La fábrica de alfombras de los Hijos de Augusto Mas, la más antigua de Crevillent y que lleva décadas cerrada y en estado de abandono, podría tener una segunda oportunidad para reconvertirse en un complejo cultural, social o incluso gastronómico. El equipo de gobierno ha iniciado en las últimas semanas una serie de reuniones con los herederos de este complejo privado de 5.000 metros para intentar desbloquear el sector, que lleva más de un año a la venta y en busca de promotores que quieran desarrollarlo. Hasta la fecha no han existido inversores en la zona, y el problema parte de que el Plan General de Crevillent establece que en caso de que se demoliesen las naves sólo pueden construirse bloques de pisos y zonas verdes, un tipo de viviendas que en la actualidad el municipio no necesita, y menos en esta zona junto a la Rambla del Castellar, ya que además supondría una fuerte inversión que ahora no pueden asumir muchos promotores, señalan los expertos.

El propio alcalde, José Manuel Penalva, reitera que esa unidad de actuación urbanística es inviable en la actualidad, por lo que están abiertos a revisarla y también a proteger todo aquello que tenga valor patrimonial e histórico en la zona, ya que por ahora sólo está inventariado como bien patrimonial la fachada de una de las tres viviendas que hay, y ninguna de las fábricas tiene grado de protección, a pesar de que esta empresa alfombrera es la más antigua de España.

Así las cosas, el fruto de estas reuniones es acercar posturas con los propietarios, y que éstos presenten propuestas de cómo podría reconvertirse el sector y si el Ayuntamiento puede asumir económicamente parte de esa iniciativa. De ser así, el Consistorio podría adquirir alguna de las naves y rehabilitarla como centro municipal, aunque todavía no quedan definidos los usos. Uno de ellos podría ser el de museo etnográfico, aunque bien es cierto que desde el ejecutivo local tienen, de entrada, más predisposición por conveniar con la Cooperativa Eléctrica que la antigua fábrica de Universal pueda servir para este fin tan demandado, ya que esta nave se encuentra en mejor estado de conservación. Aún y así no se cierra la puerta a que el conjunto fabril de los Hijos de Augusto Mas pueda tener alguna utilidad como centro para el municipio.

En cuanto a las viviendas, los propietarios optarían, por ahora, según indica David González, asesor inmobiliario, porque se protejan las fachadas de las casas y se permita la rehabilitación de los inmuebles en el interior para que resulten atractivos. Además plantean, aunque todo está en estudio, que se cierre una especie de convenio con el Ayuntamiento y se mantenga una de las dos naves que podría servir como museo y que la otra, que cuenta con techos de amianto, se derribe para adecentar el sector con zonas verdes.

Humedades

En los últimos días el Consistorio instó a los propietarios del complejo fabril a que arreglasen los problemas con los que cuenta la fachada porque se han desprendido algunas cornisas debido a las humedades que acumula el inmueble. Al parecer el sistema de canaletas se ha estropeado con el paso del tiempo, así como las bajantes, y el agua discurría por el interior. Varios operarios estuvieron solventando estas deficiencias durante esta semana, y está previsto que en los próximos días continúen las actuaciones con varias grúas para intervenir en las azoteas.

Un gasto que supera los 3.000 euros y que una vez más tienen que acometer los propietarios, que llevan años buscando una salida a este patrimonio que no les reporta beneficio, ya que en los últimos años han tenido que presentar cerca de cuarenta denuncias por actos vandálicos así como ocupación ilegal de estas naves. Así, languidece una fábrica que en su momento fue uno de los motores económicos de Crevillent.

A la espera de un plan director para proteger los bienes

Crevillent sigue a la espera de que se active un plan director del patrimonio para que los recursos de valor locales puedan ser protegido y se actualice el inventario actual. Según Manuel Carreres, presidente de la Asociación Valenciana de Patrimonio Industrial y miembro del Consejo Etnográfico Municipal, el inventario municipal de bienes locales «es un desastre», por lo que propone que se cree un listado completo de todos los bienes patrimoniales del municipio para que no se pierdan más símbolos históricos como el de la fachada del cine IRIS, según explica el experto, que en el nuevo Plan General quedó excluida de los bienes protegibles y se terminó derribando. Ese plan director podría sentar las bases para que otras fábricas en la misma tesitura que la de los Hijos de Augusto Mas, puedan encontrar alguna salida que no sea el mero abandono al que están expuestas en la actualidad. Por otro lado, Carreres entiende que debería convocarse de nuevo el consejo etnográfico, ya que desde las pasadas elecciones municipales no ha vuelto convocarse, y resulta una herramienta esencial para continuar debatiendo sobre el futuro museo etnográfico, para el que no se ha cerrado todavía una ubicación. Con este consejo también se dan pasos para que los ciudadanos puedan aportar materiales antiguos que consideren de valor y que puedan poner en antecedentes la historia del municipio.