Plan contra el abandono continuado de residuos en los polígonos de Crevillent. Para atajar la problemática que tienen los sectores industriales del municipio por la acumulación de plásticos, cartones y más utensilios que en muchas ocasiones se vierten de forma descontrolada desde las empresas, y que acaban en zonas de monte público o en la carretera nacional, el equipo de gobierno iniciará en los próximos días una serie de reuniones con los empresarios para informarles de los principios que aborda la nueva ordenanza de limpieza viaria, que comprende multas entre 751 y 1.500 euros por depositar residuos en puntos no habilitados de la vía pública. El primer encuentro será con los propietarios en el polígono del Boch, ya que es el sector donde más se acumula la basura entre los almacenes, la mayoría de origen chino que se dedican a la logística o a la venta al por mayor.

Indican desde el ejecutivo local que antes de actuar por la vía sancionadora tienen que explicar a las empresas las obligaciones que deben cumplir con esta nueva ordenanza, a pesar de que la anterior normativa también castigaba este tipo de prácticas, aunque no se ha logrado atajar el problema porque las multas no llegaban a superar los cien euros, aseguran fuentes municipales, y al tratarse de cantidades irrisorias ciertos empresarios han preferido asumir la sanción antes que contratar un gestor de residuos autorizado que trate todos los restos que generan las empresas, un sistema que deberían tener implantadas las naves cuando se genera un gran volumen de residuos para autogestionarse estos restos antes de que alcancen la vía pública.

Sin embargo, la realidad es que la suciedad alcanza los márgenes de los almacenes porque tal y como cuentan algunos trabajadores, el polígono se encuentra en una situación deplorable ya no solo por los baches que presentan algunos viales si no por el descontrol con los residuos. Reseñan que son escasos los contenedores instalados en el exterior y por ello muchas veces se colmatan rápidamente. Aún y así, alegan que no todas las empresas hacen bien su trabajo y hay casos en los que siguen retirando los materiales fuera de la propiedad privada porque se escudan en la falta de espacio. Otros, sin embargo, guardan los residuos para entregárselos a particulares que se lucran en el mercado del reciclaje.

Con esta nueva ordenanza, que comenzó a redactarse en el anterior mandato por el PP, se pasará de la advertencia continuada a la vía coercitiva, ya que las multas se irían acumulando con cuantías más elevadas si los empresarios incumplen.

Operativo

Habrá un operativo policial que se encargue de revisar a diario que las empresas no abandonan los restos en la vía pública o incluso en contenedores no autorizados, y para ello se emitirán partes actualizados de los agentes, que tendrán mayor contacto con el cuerpo autonómico en caso de que detecten irregularidades. Desde el equipo de gobierno también plantean una reunión próxima con los representantes de establecimientos de la avenida San Vicente Ferrer, la mayoría bazares, carnicerías o fruterías árabes, que podrían estar incumpliendo también esta ordenanza por mostrar productos de alimentación fuera del establecimiento y ensuciar parte de la vía pública. Esta es una realidad que desde el colectivo de comerciantes también han denunciado en varias ocasiones.