El juicio por la presunta apropiación indebida por el reparto de la mitad de los 5 millones del décimo premiado de la Cofradía de La Dolorosa de Santa Pola continuó ayer en la Audiencia con las declaraciones de testigos. Entre ellos, un exmiembro de la junta directiva y que protagonizó uno de los interrogatorios más extensos. Una de las claves del caso es esclarecer si el premio le tocó a la Cofradía, como sostiene la acusación particular, o a los cofrades, como defienden los acusados. En este sentido, el testigo explicó que la compra del décimo que jugaba la Cofradía, y que fue el agraciado, salía del ribete que ponían una veintena de socios que semanalmente jugaban el décimo de la misma. Por tanto, sostuvo que en el caso de que hubiese que haber repartido el premio «debería haber sido entre los que jugábamos a la lotería y financiábamos la compra del décimo», y no entre todos los cofrades.

La Fiscalía, que pide la absolución de la decena de acusados, todos ellos miembros de la junta directiva en el momento en el que se realizó el reparto del premio, afeó al testigo que no realizara esa valoración en las asambleas celebradas con posterioridad a que tocara el premio, ya que no consta en ningún acta.

Otro de los aspectos clave es dilucidar si los denunciantes, que no cobraron el premio, eran o no socios en el momento en el que tocó. Las defensas sostienen que no formaban parte de la Cofradía ya que llevaban años sin pagar la cuota o asistir a actos. En este sentido, el testigo señaló que en los muchos años que estuvo en la junta nunca se echó a nadie por ese motivo oficialmente, y manifestó que él mismo no había abonado la última cuota. Este testigo dimitió, dijo, de su cargo en la junta directiva cuando tuvo conocimiento de que se había pagado a la tesorera, tras el premio 115.000 euros, una cantidad superior a los 31.900 que recibieron los socios, y explicó que se acordó por la junta, pero sin pasar por asamblea, que se abonara esta cantidad en compensación a los año que llevaba trabajando desinteresadamente por la Cofradía, ya que ella no llevaba décimo.

Otra de los testigos de la defensa defendió que llevaba años sin ver a los denunciantes participando o procesionando. En esta línea se manifestaron la mayoría de testigos, pues la jornada de ayer sirvió para que declararan buena parte de los socios propuestos por la defensa para sostener que no hubo delito en el reparto del premio.