Sólo fue necesaria una dosis de alegría, recuerdos de infancia, sentido del humor y crítica social para hacer vibrar a cientos de crevillentinos y visitantes que disfrutaron anoche del tradicional desfile humorístico. Más de 3.000 festeros de las doce comparsas de Moros y Cristianos recorrieron las calles del municipio alfombrero con todas las licencias, haciendo gala de la improvisación y la informalidad como antesala de las Entradas y Embajadas que están previstas para los próximos días durante estas fiestas en honor a San Francisco de Asís.

Han pasado más de cuarenta años desde que se celebró el primer desfile de humor, que en sus inicios era una ghymkana y después fue derivando hacia el concepto actual, que sigue llevando la crítica social por montera, como los Moros Omeyas, por ejemplo, que se disfrazaron de especies acuáticas como algas y más coloridos organismos de los fondos marinos para, según señalaban algunos visitantes, hacer un llamamiento a la población con el objetivo de concienciar de la crisis climática que estamos atravesando o los perjuicios que tiene para la biodiversidad arrojar plásticos al mar.

Las temáticas eran variopintas, ya que los Benimerins, por ejemplo, dieron vida a varios personajes del universo Píxar como el intrépido perro salchicha de Toy Story, Nemo o los simpáticos vehículos de Cars, que a sólo unos metros compartían espacio con Tokyo o Rio, algunos de los protagonistas de la aclamada serie de ficción la Casa de Papel, encarnados, eso sí, por los Moros Viejos Tuareg que repartieron montones de billetes entre el público, pero falsos.

Los astros se alinearon también con los Marroquíes, que se disfrazaron de todas las constelaciones posibles o los Astures, que encandilaron a una buena parte de los asistentes con unos originales trajes que emitían luz, además de otros festeros que se enfundaron en el traje de enchufe y cable.

Desde la comparsa de Caballeros del Cid, por su parte, intentaron revivir los programas televisivos de la década de los noventa que despertó la carcajada de los adultos, ya que muchos adolescentes apenas conocían algunos de los formatos que imitaron los festeros.

Berberiscos se adentraron en el manga, mientras que la magia de los Beduinos embaucó a los asistentes y los meticulosos trajes de tribus antiguas de los Dragones de San Jorge sorprendieron durante el recorrido. Los Maseros apostaron por reivindicar las fiestas populares, la comparsa Castellano-Leonesa simuló los juegos recreativos tipo arcade mientras que los Almogávares se trasladaron al lejano Oriente para mostrar la cultura japonesa durante el recorrido del desfile, que como cada año partió del Parc Nou y atravesó algunas arterias principales del municipio como la Avenida de Madrid y la Santísima Trinidad hasta culminar en la Plaza de la Constitución. Después de la intensa jornada lúdico festiva se entregaron algunos premios al mejor conjunto, así como al mejor artilugio o personaje durante la cita humorística. Los actos de las fiestas de Moros y Cristianos continuarán hoy con la gran fiesta de la hamburguesa y la revista de variedades, mientras que el martes se inaugurará una sala museo en honor a Salvador Domenech Llorens.