Finalizada la trilogía de los Moros y Cristianos con la espectacularidad del desfile del martes en el que participaron más de mil comparsistas, Santa Pola dedicó ayer la jornada de las fiestas patronales a los más pequeños. Los niños fueron los grandes protagonistas todo el día y pudieron empaparse de primera mano del espíritu festero, conscientes los mayores de que ellos son los herederos de las fiestas y de que el testigo tiene que quedar en buenas manos.

Tras el pasacalles con cabezudos que animó la mañana, la tarde santapolera fue para los niños, que pudieron disfrutar con carreras de cintas, juegos infantiles o un espectáculo de teatro infantil que se desarrolló en el patio de armas del castillo de la villa marinera. Una de las grandes novedades para este año fue una original mascletà, en la que la pólvora se cambió por caramelos y que también se celebró en el entorno de la fortaleza. La jornada se remató con el tradicional sopar de cabasset desde la calle Elche hasta el Palmeral. Hoy la celebración continuará con actos como el baño de cerveza poco después del mediodía o el homenaje «Toda una vida juntos» a las 21 horas.