Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arqueólogos documentan el primer poblamiento humano en Santa Pola de hace más de 45.000 años

Un estudio determina que el hombre neandertal fue el que ocupó la franja litoral antes de la llegada del homo sapiens - Hallan restos de utensilios, armas y artefactos fabricados en sílex

Arqueólogos documentan el primer poblamiento humano en Santa Pola de hace más de 45.000 años

Un equipo de investigación ha documentado el primer poblamiento humano de Santa Pola hace más de 45.000 años, a través del hallazgo en la Sierra y el Cabo de la villa marinera de restos de utensilios, armas y artefactos fabricados en sílex y que podrían datarse hasta en 75.000 años de antigüedad.

Desde 2016, y con los preceptivos permisos de la Generalitat, un grupo de arqueólogos viene desarrollando una serie de prospecciones geoarqueológicas en las comarcas del sur de Alicante. Estas actuaciones se enmarcan en un proyecto de investigación de mayor calado, a escala provincial.

El equipo está integrado por los profesores de la Universidad de La Laguna, Bertila Galván y Cristo Hernández, el doctor Andoni Tarriño del Cenieh, así como el doctor F. Javier Molina, Ana Satorre y Daniel Belmonte, estos tres últimos formados en la Universidad de Alicante.

Los primeros resultados de esta investigación verán la luz en una próxima publicación en la revista «Recerques del Museu d'Alcoi», una de las pocas publicaciones especializadas en arqueología más destacadas de la provincia de Alicante.

Los arqueólogos partían de una serie de evidencias previas para el estudio de la zona litoral de Santa Pola, especialmente las recogidas en la tesis del geólogo francés, Christian Montenat, que unidas a las que ya dio a conocer Jiménez de Cisneros a comienzos del siglo XX y a las más recientes derivadas de las intervenciones en la Cova de les Aranyes del Carabassí, permitían sugerir la existencia de un poblamiento relativamente antiguo. «Los actuales trabajos permiten ir más allá y confirmar claramente la presencia de seres humanos en un momento especialmente temprano en esta área», remarcan los arqueólogos.

El periodo en el que se centran estos trabajos atañe especialmente a las etapas más antiguas de la Prehistoria de Alicante, «de ahí el interés de los resultados, por cuanto que arrojan luz sobre uno de los periodos menos conocidos y más apasionantes de nuestra Prehistoria: la primera presencia humana en el sur».

Las labores de prospección desarrolladas por estos investigadores consisten en la localización de los afloramientos de sílex, material empleado por estos primeros habitantes de nuestras comarcas, y en el estudio del aprovechamiento que hacían de ese tipo de rocas silíceas, para fabricar sus armas y útiles, especialmente para la caza. El sílex es un tipo de roca especialmente apreciado y aprovechado en la Prehistoria por su dureza y por la facilidad para obtener filos cortantes.

Su trabajo destaca que la sierra de Santa Pola y áreas próximas, caso de la franja litoral y los humedales como el Clot de Galvany, pese a no contar con este tipo de rocas silíceas -sílex-, proporcionaba a estos primeros grupos humanos unas condiciones ecológicas muy especiales que probablemente facilitaron su supervivencia: la sierra, levantada modestamente apenas 100 metros sobre el mar, permitía en la Prehistoria la existencia de un nicho ecológico, o de un medio en definitiva, favorable para la caza de diversas especies que serían sin duda aprovechadas por los primeros humanos que poblaron el área litoral de Santa Pola.

A la vez, la cercanía del mar proporcionaba una serie de recursos, probablemente relacionados con el marisqueo, que no debieron pasar desapercibidos para estos primeros pobladores de la costa del sur de Alicante. Del mismo modo los humedales que se extienden aún hoy en áreas inmediatas a la costa y en las inmediaciones de la sierra, eran también una fuente de recursos -caza- nada desdeñables para estos primeros grupos humanos.

«Las evidencias que hoy conocemos de estos primeros alicantinos y alicantinas se reducen a la fuerza a unos escasos restos líticos, es decir, de los utensilios que fabricaron en sílex. Los restos de estas armas y herramientas se han documentado de manera dispersa a lo largo de diferentes puntos de la franja litoral de Santa Pola, al pie de la sierra del mismo nombre». F. Javier Molina, uno de los arqueólogos que junto a sus colegas, Ana Satorre y Daniel Belmonte, ha estado al frente de los trabajos de campo, señala que «la antigüedad de tales restos se remontan necesariamente, por ciertas características indiscutibles tanto de los útiles como del sedimento al que están asociados, a un momento especialmente antiguo datado en el Paleolítico medio. Se trata por tanto de un momento que los arqueólogos remontan a hace más de 45.000 años. La línea de costa sería entonces ligeramente distinta a la actual y variaría según los períodos.

Neandertales

Para esas fechas la especie humana que poblaba estas tierras no era la nuestra. No fuimos nosotros, por tanto, los primeros en llegar a la zona de Santa Pola. «Esos primeros humanos que pisaron estas comarcas eran en realidad neandertales. Y hoy sabemos, gracias a esta investigación, que el litoral cercano a la actual Santa Pola les ofrecía unas condiciones favorables para su subsistencia», concluyen.

«Los hallazgos vienen a llenar, aunque sólo parcialmente, un vacío existente en el sur de Alicante para un momento tan antiguo». Tal y como señala el también arqueólogo Daniel Belmonte, «las evidencias documentadas, aunque no resultan especialmente vistosas y son en realidad difícilmente apreciables a simple vista, revisten la especial importancia de ser los únicos testimonios del primer poblamiento humano en toda el área de Santa Pola».

El análisis añade valor a la declaración de la Sierra y el Cabo como paraje natural

Los investigadores esperan despertar «mayor interés» municipal ante las más antiguas evidencias humanas de la villa

Como indica una de las integrantes del equipo que ha demostrado la presencia humana en Santa Pola en el Paleolítico Medio, la arqueóloga, Ana Satorre, los datos obtenidos tras el desarrollo parcial de este proyecto, permiten añadir un valor patrimonial «de excepcional importancia al área de la Sierra y del Cabo de Santa Pola. Todo ello en un momento crucial en el que este enclave está inmerso en un proceso por el cual se pretende su reconocimiento como paraje natural».

Mientras tanto, el equipo de arqueólogos continúa con el estudio de nuevos registros, esperando poder ofrecer nuevos datos el año próximo.

«Hasta ahora la falta de medios y el escaso apoyo recibido por las distintas Administraciones han sido la norma», señalan, si bien los investigadores responsables de este proyecto esperan «despertar un mayor interés por parte de la Administración local, ya que se trata de las más antiguas evidencias de la presencia humana en Santa Pola».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats