La villa marinera ha acabado convirtiéndose en uno de los epicentros de los mercadillos de verano de la provincia. Tanto es así que en estos meses estivales coinciden hasta siete opciones distintas donde poder hacer compras repartidas por los diferentes rincones de la localidad . La variedad de oferta de ferias y de mercados ha hecho que vendedores de todo tipo se fijen en Santa Pola año tras año para poder montar sus negocios ambulantes, aprovechar el tirón del turismo y tratar de hacer caja con sus puestos, algo que no siempre es fácil.

Como ejemplo, la feria del libro es un clásico de los veranos en la plaza Glorieta, frente a la fachada principal del Castillo Fortaleza y estará abierta hasta el 25 de agosto. Muy cerca, en la calle Almirante Antequera coincide otra feria muy tradicional de la localidad costera: Naturalia. Un lugar donde cada tarde se ponen a la venta gemas y minerales, algunos de ellos con millones de años, hasta el 18 de agosto. No muy lejos, junto al Ayuntamiento, en la plaza de la Constitución, artesanos exponen sus creaciones, muchas de ellas hechas a mano, también cada día hasta el 31 de agosto. Además, Santa Pola ofrece los mercadillos de toda la vida, en los que se puede encontrar ropa y bisutería. Se encuentran en la plaza Castilla de la playa de Levante (Peña Grande) y en la plaza Maestro Moises Davia, en Playa Lisa. Ambas abiertas hasta el 1 de septiembre todos los días.

Asimismo, están los matinales en los que se puede encontrar casi cualquier cosa, desde comida, marroquinería incluso productos del hogar, como son el de Cruz Roja (lunes y sábados) y el de Gran Alacant, en la avenida Escandinavia (jueves).