En cuanto llega la temporada alta en Santa Pola, muchas viviendas que durante el resto del año están vacías vuelven a ocuparse como segundas residencias y una gran parte de los inquilinos se deshacen de todos los trastos que encuentran a su paso en la vivienda. Desde frigoríficos hasta colchones, sofás, televisiones o puertas y sillas de otra época. El problema viene cuando los residentes abandonan sus enseres junto a los contenedores pero no llaman al servicio gratuito de recogida que ofrece Urbaser, es entonces cuando se escapa de las manos el tratamiento de estos residuos, y algunos pueden pasar hasta más de una semana en la calle.

Tal y como señalan desde el Consistorio, menos de un 30% de los residentes cumple con el protocolo y recurre al servicio que ofrece el Ayuntamiento, a pesar de que a nivel institucional han realizado recientemente una campaña por redes sociales y han colocado carteles en los contenedores que indican que hay disponible un número móvil para concretar hora y desechar los enseres, así como para permitir al ciudadano que denuncie deficiencias en la vía pública. Desde Urbaser explican que este número ha mejorado la organización, a pesar de que otros años existía otro contacto pero no tan ágil. Aún y así reconocen que hay dificultades para peinar de forma eficaz todo el término por la ingente cantidad de restos, algunos peligrosos, con los que no cuentan porque no hay avisos.

Marisa Esclapez, una vecina de la avenida de Escandinavia de Gran Alacant, denuncia en este diario el incivismo de ciertos veraneantes que tiran junto a la basura desde tinajas de barro rotas o decoración de cristal «en una zona que se convierte en insalubre por la que pasan niños y mayores que pueden cortarse», apunta.

Los residentes también lamentan que los jardineros de algunas urbanizaciones privadas tiran restos de poda, que se acumula en exceso junto a algunos contenedores. Esta es una práctica irregular ya que estos residuos orgánicos deben derivarse obligatoriamente a un gestor autorizado del ecoparque porque suponen un peligro por riesgo de incendio en la vía pública. Desde el ejecutivo local también han detectado que el problema se acentúa debido a que falta conciencia también por parte del sector profesional, ya que hay ciertas empresas de reformas que tiran sin avisar tanto muebles como electrodomésticos o embalajes que dañan la vista del municipio en este temporada de máxima afluencia. Este problema ya se encontraba el pasado verano y persiste, e incluso se dio cuenta en el pleno ordinario de hace unos días para buscar una solución, y se le ha dado parte a la Policía Local. Por otro lado, el servicio de recogida está activo de lunes a sábado y se ha reforzado en verano incluyendo las tardes. De media, Urbaser dedica entre uno y dos días para cubrir cada sector, como podría ser Gran Alacant, el núcleo urbano o Playa Lisa y Tamarit. Fuera de esos días es cuando empiezan de nuevo a acumularse los enseres, y sobre todo junto a urbanizaciones donde no dan parte al servicio municipal. Para minimizar este abandono incontrolado, desde el PP ya planteaban en la oposición ampliar el horario del ecoparque, y ahora que conforman el equipo de gobierno, están redactando un pliego para aumentar los servicios de los gestores autorizados, según fuentes municipales.