La cultura crevillentina ha vuelto a premiarse fuera del territorio nacional y esta vez a través de la reconocida Sociedad Académica de las Artes y Ciencias de París, que ha entregado en los últimos días la medalla Vermeil a la tertulia artístico literaria El Cresol por su trayectoria de más de tres décadas difundiendo todo tipo de expresiones culturales en el municipio alfombrero a través de encuentros literarios y poéticos o con su publicación «Harmonía».

En cuanto al reconocimiento, esta sociedad parisina considera y promueve a las mujeres y hombres que, a través de su labor contribuyen a la influencia de la cultura en lo artístico, literario y científico. Para ello, la asociación tiene una gran red de delegados tanto en Francia como en otros países y distribuye a sus miembros la revista semestral «Radiación», que está presente en 22 países, repartidos en los cinco continentes.

María Teresa López, vicepresidenta del ente, señala ya después de los nervios por recoger el galardón junto a otros tres componentes (entre ellos el presidente del ente, Josep Antonio Aznar) que desde «París no se podían creer que en un pueblo tan pequeño se hiciera eso de tener un periódico en marcha (Harmonía) durante más de veinte años, y se asombraron de que existiese esta asociación cultural», rememora. Así las cosas, la escritora expone que haber estado seleccionados para el galardón entre una quincena de países ha sido posible no solo al trabajo de la entidad por visibilizar el potencial crevillentino, sino también gracias a uno de los miembros, Jesús Rodríguez Rubio, que con dilatada experiencia como académico de la Real Academia de Bellas Artes, además de director técnico de la Biblioteca Naval de Cartagena y delegado en España de la Academia Nacional francesa de Artes, Ciencias y Letras, ha gestionado un extenso expediente en los últimos años para armar argumentos consistentes con los que demostrar los méritos para conseguir la actual medalla, sólo por detrás del platino y el oro, aunque el equipo de El Cresol ya se desplazó hace doce años por primera vez cuando le concedieron la insignia de plata y fue a recogerla el entonces presidente y fundador del ente, José Sempere Pastor, pilar esencial en el nacimiento del colectivo local que mensualmente se reúne para realizar tertulias literarias, que ha editado más de una quincena de libros o que elabora una publicación mes a mes que llega a centenares de casas para informar en el municipio de todas las actividades que se realizan en Crevillent, además de dar difusión a los éxitos de artistas de la localidad.

Trayectoria

La tertulia de El Cresol se gestó en 1983 en la antigua carpintería de Francisco Candela donde asistieron catorce vecinos de la localidad. Desde entonces la entidad ha ido evolucionando para ser más paritaria y sin perder la esencia de ser un canal que recoge los testimonios de la sabiduría del pueblo a través de crónicas o incluso registro de habaneras, y convertirse en un foro de intercambio de opiniones además de un medio para fomentar la lectura desde la infancia con concursos literarios y poéticos este tiempo.

Dos años después, en 1985, surgió «Harmonía», el medio de difusión de la entidad cultural que en sus inicios sirvió como boletín informativo de la Coral Crevillentina y después se expandió a otros sectores. Desde entonces se han editado más de 380 números de esta revista que en cada edición ha ido calando más en la población, aunque desde El Cresol aseguran que cuesta llegar a los más jóvenes, por lo que tienen esa misión para asegurar el relevo generacional.