Después de varios meses de espera, finalmente el gobierno autonómico ha comenzado a ejecutar las obras de reparación del Centro Especial de Atención al Mayor (CEAM) de Crevillent y apunta a finales de junio o principios de julio para reponer el techo de escayola del edificio, después del desprendimiento de unos cascotes en una sala de la segunda planta a mediados de febrero. Fuentes de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas descartan que el edificio tenga problemas estructurales que afecten a la tabiquería, por ejemplo, aunque bien es cierto que se están empleando a fondo en el inmueble ya que se han retirado todas las placas de escayola para colocar un nuevo falso techo, por lo tanto el interior de este edificio ahora está irreconocible con todo el sistema de cableado al descubierto. El cierre inmediato del centro tras el desplome de las placas ha ocasionado varias trabas para el municipio, ya que los cerca de 700 usuarios que acudían a realizar sus terapias tuvieron que ser realojados en dependencias municipales porque desde la Concejalía de Bienestar Social y otras áreas como Deportes ofrecieron esa posibilidad para que no se paralizase la actividad, e incluso la Conselleria de Igualdad alquiló ciertos locales en el municipio para realizar actividades, todo con la idea de que el personal siguiese trabajando y los usuarios estuvieran atendidos, aunque bien es cierto que algunos talleres como el de pintura se vieron mermados con el cierre y no pudieron volver a desarrollarse.

Crítica a la gestión

Por otro lado y respecto a este tema, el cruce de acusaciones ha sido evidente este tiempo entre el ejecutivo local en funciones, en manos del PP, y el gobierno del Botànic, ya que desde el equipo de gobierno liderado por César Asencio han denunciado durante estos meses que no ha existido ninguna comunicación oficial acerca del estado del edificio y de las actuaciones que se iban a acometer, además de los retrasos para iniciar las obras.

Sin embargo, desde el área de Mónica Oltra han responsabilizado en varias ocasiones a la gestión del anterior gobierno del PP en la Comunidad Valenciana del estado deficiente en el que se encontraba el inmueble antes de la caída de los bloques de escayola, ya que entienden que el problema se remonta a los años anteriores al 2015 y explican que han tenido que solucionar problemas heredados que se podían haber prevenido con un mejor mantenimiento. Mientras, el edificio sigue cerrado por obras hasta nueva orden.