Decía Kurt Cobain que «la música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión, que la música sea el alimento del amor». Esas mismas sensaciones que describía el mítico compositor americano también han podido disfrutarlas en los últimos días una cincuentena de personas de la tercera edad de Santa Pola que han compartido con jóvenes la música hasta su extensión más urbana, todo en una iniciativa para fortalecer la memoria de los mayores, y por otro lado para romper con la brecha generacional entre ambos segmentos de edad.

Con la misión de compartir las emociones que deja la música, los usuarios de los talleres de memoria, que se realizan continuamente en el municipio a través de la Concejalía de Mayores, han experimentado con esta actividad, que sigue en proceso, cómo componer una letra de rap para más tarde darle sentido a las futuras canciones que saldrán de estos encuentros. El proyecto intergeneracional está organizado por el departamento de Salud Municipal, el Racó Jove a través de usuarios que participan y la asociación alicantina Tindaya Educación, colectivo éste último que desarrolla proyectos de integración social a todas las escalas, entre ellos para tratar adicciones, fomentar la igualdad de género o en este caso, promover la relación intergeneracional para ayudar a la tercera edad a sentirse integrada dentro de la sociedad, teniendo en cuenta que los ritmos de trabajo y las nuevas tecnologías muchas veces dificultan la relación entre jóvenes y mayores, por ejemplo.

Sesiones

Para evitar esta situación, se han convocado una serie de sesiones de trabajo cooperativo estas últimas semanas para darle sentido a estas canciones de música urbana. En el baluarte del Duque se han realizado las primeras clases en las que profesionales del sector repasaron con los usuarios los principales estilos musicales desde la década de los 50 hasta la actualidad con un taller dinámico conducido por el productor Rafael Espinosa, conocido como Dj Orujo. El experto profundizó en el rap, un estilo que suele calar entre los jóvenes pero que queda más distante en otras franjas de edad, siendo prácticamente desconocido para la tercera edad. Así las cosas, los participantes aprendieron el origen, filosofía y tipos de rap y ya en la práctica el rapero santapolero Yenai Serrano hizo una demostración de este estilo musical. En la segunda sesión se repartieron grupos de trabajo para componer una pieza de este estilo, actividad bajo el nombre «El rap de la memoria». Fue en este punto cuando el Baluarte del Duque se convirtió en un pequeño estudio de grabación y los mayores se colocaron delante del micrófono. Minutos después, y tras las indicaciones de los jóvenes, los sentimientos de toda una vida salieron disparados en forma de rap. Los usuarios seguirán aportando estrofas próximamente dentro de esta actividad que los organizadores valoran positiva para «crear una sociedad más cohesionada y fomentar climas de entendimiento y comprensión, la mejora de la autoestima y la desestimación de prejuicios entre colectivos», aseguran.