Ahora que viene el buen tiempo, poco a poco se ven más turistas y segundos residentes que pasean por Santa Pola, pero también hay un nutrido grupo de gatos que desde hace mucho tiempo le cogieron el gusto a las playas de la villa marinera, hasta el punto de que han formado familias de felinos que ya van por cientos y que se nutren de los manjares que algunos santapoleros les ponen en bandeja.

En algunos casos, estas personas exceden la línea del altruismo que marca la Administración, ya que no todas están acreditadas como gestores autorizados, una situación que reivindican desde la protectoral local para evitar que se le complique el trabajo a la hora de documentar las colonias de felinos en la localidad y controlarlas al completo.

Aunque hay felinos callejeros por todo el municipio, con el paso del tiempo se han ido creando varios focos principales, entre ellos uno en Gran Playa y Playa Lisa, donde se registran unos 200 gatos. Para entender por qué en unas zonas hay más felinos que en otras, la respuesta puede estar en hacia donde se dirige la financiación de planes de esterilización que suele asumir el Ayuntamiento o la Diputación Provincial, además de iniciativas privadas. En estas zonas costeras se da la casuística de que es donde más tarde ha comenzado a intervenirse, ya que en otros puntos sí que se ha trabajado más contendentemente siguiendo, además, el plan de gestión local. Por otro lado, parar al completo las colonias de felinos resulta bastante complejo debido a que el dinero suele ser escaso y llega tarde, las campañas de esterilización se retrasan, las hembras que quedan por castrar vuelven a reproducirse y las camadas sobreviven porque impera el buen tiempo.

Cumplir plazos

Los colectivos animalistas insisten en que se cumplan los plazos previstos de estas campañas para evitar que se desemboque en este ciclo, aunque depende también de que la burocracia llegue a tiempo para que no se pase la temporada de esterilización. Por otro lado, si los censos estuvieran actualizados al 100% podría haber mayor apoyo económico porque se registraría la necesidad en Santa Pola de esterilizar a más gatos, según indica David Ancheta, presidente de la asociación protectora de animales de Santa Pola, entidad que colabora muy de cerca con el Ayuntamiento y la Policía Local.

Por ahora tienen controladas entre 70 y 80 colonias de felinos, y a parte de las zonas de playa antes descritas, el entorno de Tamarit y la Ronda Norte son algunos de los otros núcleos principales en los que todavía deben seguir actuando para limitar el crecimiento de estos animales. Por otra parte, que se haya disparado el número de felinos también tiene que ver con la calidad de vida que llevan, ya que entes como la Diputación subvencionan tratamientos antiparasitarios que logran que algunos de ellos duren hasta 14 años, cuatro más de media que hace una década, por ejemplo.

En las urbanizaciones privadas de Gran Alacant también se ha tenido que trabajar en los últimos años pero de manera más particular con el bolsillo de los propietarios, que en su día pusieron derramas para reducir aquellas familias de felinos que se habían formado después de que algunos animales domésticos se escaparan de las viviendas. En definitiva, estos animales audaces han ido campando cada vez más a sus anchas en Santa Pola, aunque en algunos casos le ha venido bien a Santa Pola para, por poner un caso, combatir plagas de ratas que se han producido en la villa marinera.