«Mi hijo no se siente diferente a nadie porque lo hemos educado con normalidad, y los padres muchas veces necesitan ese asesoramiento para saber cómo hacerlo». Alexandra Ronzewski es una de tantas madres que hubieran agradecido orientación y ayuda a padres cuando a su hijo de 22 años le diagnosticaron, siendo un niño, el síndrome de lennox, que tiene como principal síntoma fuertes ataques de epilepsia o falta de memoria a corto plazo.

A Alexandra le costó desenvolverse y dar con el «problema» de su hijo, y ahora tiene ilusión, al igual que más de una veintena de padres y madres de Santa Pola, por sacar adelante «Cielo de Colores», una asociación que se presentó en sociedad hace algo más de un mes con la pretensión de que los jóvenes con algún tipo de trastorno puedan tener una actividad normal de ocio y tiempo libre como cualquier persona, así como atender a padres que desconocen cómo afrontar el desorden que padecen sus hijos y no saben a quién recurrir, por lo que la escuela de padres será una de las patas de la iniciativa, según explica Isabel María Cañadas, presidenta del ente. Por otro lado, desde el colectivo reseñan que la villa marinera está carente de esta atención ya que no se dispone de un centro de día donde puedan trabajar con los usuarios a través de diversas terapias para facilitarles la integración social o prepararlos para el mercado laboral y que adquieran cierta autonomía personal.

De este modo, este pequeño colectivo, que aspira a engrandecerse con el tiempo, pide la unión de otras asociaciones para lidiar con las administraciones y que Santa Pola pueda contar a medio plazo con este tipo de centros asistenciales, teniendo en cuenta que los usuarios tienen en la actualidad que desplazarse a otros municipios como Elche para seguir las terapias, y la situación puede llegar a ser crítica porque hay largas listas de espera para entrar a algunos centros y la distancia les supone un contratiempo a los progenitores que tienen que desplazarse varias veces por semana. Plantean, asimismo, que el antiguo centro de mayores, en estado de abandono, pueda reutilizarse como centro asistencial para estos usuarios, un uso que se compartiría con el inicial para la tercera edad.

Por el momento desde Cielo de Colores tienen un horario de atención limitado a través de una sala cedida por el Ayuntamiento dos días a la semana para realizar talleres como el de musicoterapia y asisten a otros que presta la escuela de Educación Permanente de Adultos (EPA), aunque están intentando conseguir un centro de ocio donde reunirse más frecuentemente con espacios como biblioteca, que se compaginaría con actividades al aire libre como la que organizaron hace en el arranque del festival «Foc, Festa i Fira» o una salida a la Sierra de Santa Pola que tienen prevista el próximo Lunes de Pascua, si el tiempo lo permite.