Crevillent ha podido despedir hoy la Semana Santa on el tradicional vuelo de palomas que han salido del manto de la Regina Pacis, un rito que simboliza la alegría tras el anunciamiento de la resurrección de Jesucristo.

A pesar de que la Federación de Cofradías y Hermandades de Crevillent emitió ayer un comunicado avisando de que era posible que se suspendiera la tradicional procesión en el exterior por las lluvias, finalmente cientos de crevillentinos se han encontrado en la Plaza de la Constitución junto a la iglesia Nuestra Señora de Belén para presenciar una escena tan ansiada por los más devotos, ya que el tiempo ha dado tregua precisamente en el transurso de la procesión.

Tras el paso de San Juan de la Palma, el paso ha salido del templo para esperar el encuentro con Jesús Sacramentado, que minutos después salía con el repique de las campanas, el olor del incienso y bajo palio, donde el párroco Miguel Riquelme, portaba la Custodia con la hostia consagrada acompañado de cofrades del Santísimo Sacramento y autoridades como el alcalde, César Asencio, o el presidente de la Federación, José Antonio Maciá. La expectación en la plaza de la Constitución ha llegado a su punto más álgido cuando San Juan ha anunciado la llegada de la madre de Jesucristo.

En ese instante los costaleros que portaban a San Juan se han puesto a un lado y la imagen de la Virgen ha entrado en la plaza ataviada con el manto de luto, que se dejó caer al recibir la noticia de la resurrección de su hijo, Jesús Sacramentado, mostrando, así, un manto azul renovado de la virgen y han echado al vuelo las palomas, que simbolizan el júbilo por la resurrección de Cristo, después de haber muerto en la cruz, con lo que la Virgen de la Soledad pasaba a ser la Virgen de la Alegría, un cambio que todos conocen tras ese paso del luto.

Tanto a la salida como a la entrada de la Virgen del templo sagrado, las agrupaciones musicales han interpretado el himno nacional y justo en el momento en el que se descubrió el manto original de la Virgen, la Coral Crevillentina ha entonado el Alleluia original de Haendel.

En vísperas del Lunes de Pascua los crevillentinos han puesto el broche de oro a sus celebraciones, reconocidas como Fiesta de Interés Turístico Internacional. Durante la semana se han empañado algunos actos pasionales tan característicos del municipio alfombrero debido a las lluvias, aunque esta procesión ha podido transcurrir con normalidad e incluso con algunas novedades, ya que se ha reformado el trono de la virgen y se han colocado unos angelotes, restaurados por el crevillentino José Joaquín Mas que antes pertencían al trono de las Tres Marías.