El Palmeral de Santa Pola se convierte por un día en un campo de sensibilización sobre los accidentes en carretera con un simulacro de siniestro entre dos turismos. Precisamente ayer más de 300 escolares de sexto de Primaria de los colegios públicos de Santa Pola y municipios próximos vieron de primera mano los efectos que pueden causar las distracciones al volante, donde una de las principales causas de mortalidad está siendo el uso del móvil durante la conducción, que ha proliferado un 80% en los últimos años por delante incluso del consumo de drogas y alcohol. Para que los estudiantes se concienciaran sobre la importancia de tener los cinco sentidos al volante, el recinto del auditorio, en el parque, abrió un numeroso despliegue de policía, bomberos y asistencia sanitaria -hasta psicólogos- para explicar el protocolo que se abre tras un accidente de cierta envergadura entre vehículos cuando los ocupantes están atrapados o inconscientes.

Esta simulación de colisión estuvo organizada por el parque de tráfico de Santa Pola para minimizar desde la infancia los peligros adheridos a la carretera. En colaboración con el Parque de Bomberos de Elche y Crevillent, Protección Civil, Policía Local, Cruz Roja y Psicólogos Sin Fronteras arrancó el protocolo.

Rescate

La Policía Local balizó con conos la zona afectada y alejó de un perímetro de seguridad a aquellos curiosos que en la vida real se pudiesen acercar al foco del accidente, y que por lo tanto podrían entorpecer la actividad de los profesionales. Después entraron en escena los bomberos, que tal y como realizan en una salida real, valoraron si el accidentado estaba consciente y aseguraron la zona. Entre los seis efectivos de bomberos dieron una vuelta de 360 grados a los vehículos para comprobar que, por ejemplo, no había carburante derramado por el suelo que diera indicios de una posible explosión, mientras que en caso de un vehículo eléctrico tendrían que verificar que no hay riesgo de electrocutarse. Instantes después de las comprobaciones, aparecieron los servicios de emergencias que estudiaron las constantes vitales de los afectados y analizaron la movilidad o posibles lesiones. Con herramientas de excarcelación los bomberos rescataron a las víctimas tras el análisis sanitario, una de ellas en el interior del vehículo y la otra fuera, atrapada por el coche, por lo que levantaron el vehículo y sacaron a los ocupantes con el eje espinal alineado para evitar lesiones.

Por último entró en juego la función psicológica, que tal y como explicó Natalia Van Abshoven, del colegio de Psicólogos de la Comunidad Valenciana, es esencial la figura de este profesional durante los siniestros para prevenir problemas emocionales fuertes del afectado o la familia que se derivan tras el incidente.