La Sección Séptima de la Audiencia en Elche juzga desde ayer a cuatro personas, dos de ellas agentes de la Policía Local de Santa Pola acusadas de un presunto intento de homicidio, a raíz de los hechos que se desencadenaron a partir de un control policial que finalmente se saldó con la fuga de un vehículo con cinco ocupantes en su interior y la utilización de al menos un arma de fuego por parte de las fuerzas del orden.

Todo aquello ocurrió hace más de diez años prácticamente delante del cuartel de la Guardia Civil de la localidad santapolera, justo en un momento en que no funci0naban las cámaras de vigilancia, según ha podido saber este diario de fuentes cercanas a la investigación. En el juicio, en el que prácticamente todos denuncian a todos, se solicitan, por parte de la Fiscalía, cinco años de prisión para cada agente, así como inhabilitación profesional por ese mismo periodo. Asimismo, el Ministerio Fiscal pide cuatro años para el conductor del vehículo por un presunto delito de atentado contra la autoridad y otro de delito de lesiones leves, ya que al parecer uno de los agentes pudo ser arrollado; así como nueve meses de cárcel para un presunto encubridor que ocultó el vehículo que se dio a la fuga para no ser localizado por los agentes que habían abierto una investigación.

El letrado de Eteria Consultores, José Luis Sánchez Cuesta, remarcaba el hecho de que cada uno de los cuatro imputados, que tuvieron la oportunidad de declarar ayer durante la primera sesión del juicio, hubiera aportado una versión distinta de los hechos, los cuales tuvieron lugar justo el Día del Padre, en concreto en la madrugada del 19 de marzo de 2009.

Así por ejemplo, uno de los agentes, a preguntas del fiscal y de otro letrado, se refirió en varias ocasiones a que no recordaba determinados pasajes de lo acontecido. No obstante, sí llegó a indicar que saltó por encima del vehículo para evitar ser atropellado.

A las ruedas

Por su parte, el otro policía local reconoció que al menos había efectuado un disparo, pero ya cuando el vehículo le había arrollado. Asimismo, según ha podido saber este diario, el agente habría disparado a una de las ruedas, aunque finalmente la bala se alojó en la parte posterior del vehículo que se estaba dando a la fuga.

Desde las defensas se precisó que el coche presentaba dos impactos de bala, uno de ellos a la altura de la cabeza, y que milagrosamente estos no habían alcanzado a ninguno de los cinco ocupantes del vehículo, de ahí la denuncia presentada por intento de homicidio. Lo que no quedó claro ayer es quién efectuó el segundo disparo alojado en el turismo.

En su declaración, el conductor del vehículo sí reconoció ante la sala que había iniciado la fuga, pero una vez que los agentes se habían apartado.

Por otro lado, el presunto encubridor del vehículo mientras la Policía Nacional daba una batida para localizar el coche, manifestó que no sabía nada de lo ocurrido en el entorno del cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola.

Durante esta primera sesión también dio tiempo a que declarara un testigo presencial, el cual manifestó que el segundo policía no fue arrollado, según ha podido saber este diario de fuentes judiciales.

Todas las defensas piden la libre absolución para sus patrocinados. En la siguiente sesión del juicio está previsto que declaren los acompañantes del conductor que viajaban en aquel momento en el vehículo, así como presentar las pruebas periciales. El juicio podría acabar el 14 de mayo.