Cerca de 700 usuarios del centro especial de mayores de Crevillent (CEAM) han tenido que realojarse en dependencias municipales como el centro de Mayores Parc Nou, la Casa de Cultura o el pabellón deportivo Els Arbrets para poder seguir con las terapias y talleres que realizaban en este edificio gestionado por el Consell. Todavía no se han adjudicado las obras para arreglar el falso techo de escayola que se derrumbó a mediados de febrero en la segunda planta del inmueble, aunque fuentes de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas señalan que se están realizando todos los trámites administrativos para ejecutar estos trabajos a la mayor brevedad, aunque en el momento del derrumbe ya avanzaron que se trataría de cuestión de días la reparación.

Señalan que hay elaborado un proyecto técnico que arroja las deficiencias del techo, que tal y como indicaron en un primer momento no presentaría problemas estructurales y descartan que haya un informe negativo que esté lastrando las obras. En la práctica, el cierre de este edificio ha ocasionado que algunos talleres se hayan quedado fuera de la programación hasta nueva orden por falta de espacio para impartirlos, como es el caso de las clases semanales de pintura, que ha derivado en que el personal se haya quedado sin trabajo todo este periodo y la veintena de usuarios tengan, por tanto, paralizadas las sesiones de momento, ya que no hay posibilidades en los espacios municipales para adaptar una sala permanente para colocar los caballetes y todos los útiles necesarios.

Por ahora la Administración autonómica tampoco ha dispuesto de otras alternativas para este taller como sí ha ocurrido con el caso de la peluquería, un servicio muy demandado que se está prestando de forma provisional en un local alquilado por el Consell. En cuanto al resto de sesiones como las de fisioterapia y enfermería para la atención asistencial sanitaria sí que se están dando en dependencias municipales con el personal de la Conselleria.

Sin comunicación

Desde el equipo de gobierno critican que la dirección territorial no se ha puesto en contacto con ellos para explicarles el grado al que ascienden las deficiencias en el edificio y cuál es la previsión de inicio de obras, teniendo en cuenta que el Ayuntamiento ha dispuesto sus espacios para que no se paralizasen los talleres. Según la concejal de Bienestar Social, Juana Guirao, a pesar de que se ha duplicado prácticamente el número de usuarios que ahora tienen que atender en el centro municipal de mayores o la Casa de Cultura, no están existiendo grandes contratiempos porque ha funcionado la coordinación para que el personal municipal y el de la Conselleria puedan trabajar con cierta independencia sobre unos mismos espacios, aunque han tenido que hacer esfuerzos para cuadrar turnos en un directorio paraque no se solapen los horarios y las salas del centro de mayores, que hasta el derrumbe estaba atendiendo a 500 usuarios, y ahora acoge a 700 más.

Por otro lado, otras concejalías como las de Deportes han tenido que ceder espacios como el Pabellón dels Arbrets para impartir clases de gimnasia y se ha tenido que disponer de un conserje, mientras que los talleres de corte y confección se han emplazado en la Casa de Cultura y los de música y yoga en el Centre Jove hasta que llegue la solución definitiva. Otros entes como la Cooperativa Eléctrica también han cedido una de sus salas para que los mayores puedan hacer bolillo.