Santa Pola se ha volcado con los derechos de los animales en una multitudinaria carrera que ha aglutinado a 130 participantes que recorrieron ayer las calles principales de la villa marinera con el fin solidario de mejorar las condiciones de las mascotas que no tienen refugio. Esta marcha, organizada por la Protectora de Animales de Santa Pola, entraba en el circuito de actos del festival «Foc, Festa i Fira» que se ha estado desarrollando durante todo el fin de semana en el municipio con diversas actuaciones gastronómicas, sociales y culturales. En este caso, a pesar de que el tiempo amenazaba con lluvias, un nutrido grupo de familias se colocaron la dorsal y muchos de ellos fueron acompañados de sus mascotas durante el itinerario de esta segunda marcha benéfica de 5,5 kilómetros que partió de la plaza de la Glorieta junto al Castillo Fortaleza y discurrió por varios puntos icónicos de Santa Pola como el Palmeral o la Avenida Santiago Bernabéu. Carrera, marcha o caminata, estas eran las opciones que los participantes podían elegir para colaborar en esta causa solidaria que culminó con una entrega de premios simbólica donde desfilaron algunos participantes disfrazados de oso panda o flamenco, entre otros. En definitiva, la idea era sumar apoyos al proyecto de la protectora de animales para sufragar los gastos de transporte, veterinarios o alimentación que el colectivo necesita para seguir adelante, ya que son una entidad sin ánimo de lucro que no recibe ningún tipo de subvención de la Administración. Según David Ancheta, presidente del colectivo, con esta iniciativa pretendían dar visibilidad al igual que con los tapeos veganos que realizan periódicamente en establecimientos del municipio para conseguir fondos. Sin embargo, lo que más les está costando es conseguir un albergue para acoger a los animales perdidos o abandonados y en fase de adopción. Desde el colectivo se sienten algo saturados porque tan sólo en lo que va de año han gestionado unas 30 adopciones de perros y otras 20 de gatos sin tener un solar habilitado para albergar los animales, por lo que los voluntarios optan en ocasiones por ubicar en un almacén o en sus propias viviendas a las mascotas hasta que encuentran una casa que les brinde un cobijo, porque en la actualidad no tienen capacidad de levantar por ellos mismos estas infraestructuras.

Aún y así, han presentado un plan de viabilidad y confían en que a medio plazo el Ayuntamiento medie con ellos para disponer del solar, teniendo en cuenta que Santa Pola no tiene albergue y debe recurrir a la protectora de Bacarot para derivar los animales abandonados, mientras que por cercanía la Policía Local ya ha establecido con ellos un protocolo para asistir en casos de maltrato, abandono o cualquier conducta sospechosa de tipificarse como delito con respeto al trato hacia los animales.