Crevillent canta como nadie y de ahí que el pórtico de su Semana Santa tenía que ser un acto musical que, de sentido, estremece. Y lo hace durante siete días tras la misa habitual de la parroquia. El Septenario en honor a la Virgen de los Dolores arranca mañana en la iglesia de Belén con interesantes novedades. La más esperada, el estreno de cuatro niñas en el solo del Séptimo Dolor.

«Quedo sin mi dulce Amado, no me llaméis venturosa. ¿Ay?, una fúnebre losa esconde su cuerpo helado». Así reza la letra que las cuatro pequeñas artistas cantarán, recuperando así una tradición antigua del Septenario. «El solo infantil del Séptimo Dolor era uno de los momentos más esperados por todos, por lo que con la participación de estas cantantes se puede decir que volvemos a los inicios», expone Ramón Mas Soler, director del Coro Nuestra Señora de los Dolores. Esta agrupación tiene carácter popular y se forma cada año con cantantes de los diferentes coros que abundan en esta tierra. «Llevamos muchos años luchando por crear un patronato que se haga cargo del Septenario y consiga dar una necesaria estabilidad al coro popular», explica Mas Soler, quien no se rinde a pesar de que «no lo hemos conseguido y aún así estamos mejorando poco a poco. Este año se va a notar una afluencia mucho más numerosa de cantantes. En el ensayo general las escalas se quedaron muy cortas para acoger a todo el coro y estamos pensando incluso en instalar algún suplemento», cuenta.

Nuevas incorporaciones

La preocupación del director es lógica. «Ha habido años en los que las cuerdas han estado muy descompensadas y en los que ha hecho falta mucha gente. Desde que la Coral Crevillentina dejara de ser el coro aglutinador, la sede de los ensayos del Septenario, hemos sufrido ciertas descompensaciones», apunta Ramón Mas, quien en los últimos años ha trabajado por incoporar de forma paulatina a más niños y jóvenes a los ensayos. «Queremos involucrar a la gente para crear cantera y asegurar el futuro de los Dolores. Se podría decir que en los últimos tiempos estamos creando el embrión de una escolanía o escuela del Septenario», asegura el director. «Ese es nuestro propósito, crear esa escuela para dar protagonismo a los más pequeños y que el Septenario sea cada vez más grande», apunta.

Protagonismo

Y un gesto simbólico va a ser la participación de las cuatro niñas (Ana Rodríguez, Elena Cerdá, María Juan y Ana Gallardo), alumnas del Coro del Colegio de las Carmelitas de Crevillent que, con el apoyo de su director, Joaquín Fuentes, serán las solistas durante varios días del Séptimo Dolor. «No queremos presionarlas demasiado, así que participarán en grupo, o de dos, o las cuatro juntas, y lo harán dos o tres días», explica Ramón Mas.

Otra novedad destacada de la edición de este año es «el regreso de voces históricas, de hombres y mujeres que siempre habían cantado y que por un motivo u otro lo habían dejado. Es importante introducir a la cantera, pero también es esencial la experiencia de estas personas mayores», asegura el director. «Sin hacer nada, pues no hemos conseguido crear el citado patronato, contamos con una afluencia mucho más numerosa. El Septenario está resurgiendo», expresa el director.

Otra novedad de este año será la incorporación de Laly Manchón al grupo de solistas, en el que ya estaban Diego Fuentes, Cristina Ibáñez y María Dolores Gregorio. «También estoy pidiendo que se animen más hombres..», apunta el director, que invita a crevillentinos y visitantes a presenciar los cambios introducidos este año.