Más medios sanitarios y asistenciales para satisfacer las necesidades de los residentes de avanzada edad o colectivos con necesidades específicas de Santa Pola. Ese es uno de los objetivos que se marca el primer plan de inclusión y cohesión municipal, un extenso programa de más de 300 folios que se presentó ayer en la villa marinera por expertos de Sociología y otras ramas de la Universidad de Alicante (UA), principales redactores del documento.

El plan recoge un diagnóstico de las carencias en Santa Pola en cuanto a servicios, infraestructuras o gestión de los recursos para la infancia, la juventud, personas mayores y otros colectivos vulnerables. En este sentido, una de las líneas de actuación hasta 2025 será la reapertura de la residencia de mayores, un edificio que está abandonado desde 2014 cuando la mercantil que lo gestionaba cerró tras incumplir el contrato y acumular deudas. La situación está estancada y desde el Consistorio siguen esperando que se resuelvan los pleitos en los juzgados con la empresa para licitar de nuevo esta asistencia. Con ello, se ofrecería un servicio necesario para la localidad, teniendo en cuenta que cinco de cada diez ancianos del núcleo urbano e histórico de Santa Pola superan los 75 años, según los índices de sobreenvejecimiento que detecta este diagnóstico en base a datos del padrón municipal.

Como alternativa, el municipio cuenta con el servicio de atención a domicilio (SAD), que está en gran parte externalizado, por lo que los expertos de la UA recomiendan hacer una auditoría sobre si este servicio debería ser público o privado. En la actualidad, se llega a atender a una media de 100 personas al mes, el 72% son de avanzada edad y un 22,5% se trata de usuarios con diversidad funcional, un segmento que se ha triplicado en los últimos seis años motivado por la falta de ayudas en Dependencia.

Este informe universitario también resalta que el servicio de atención a domicilio se ha intensificado debido a la falta de un transporte público adecuado, que supone que haya usuarios que recurran a este acompañamiento. Por otra parte esta nueva hoja de ruta plantea crear un voluntariado para reducir el aislamiento de las personas mayores.

Estrategia

El plan de inclusión incentiva que haya más participación ciudadana en Santa Pola, ya que a través del Consejo Local de Bienestar Social y Solidaridad, constituido en diciembre, se elevarán propuestas que después se pasarán por comisiones y mesas de trabajo. A partir de ahora, además, se evaluarán anualmente al detalle los servicios que hay a nivel municipal y con qué garantías se cumplen.

Se reunirá, también, documentación como por ejemplo el número de residentes locales que padecen una enfermedad mental y tienen plaza en un centro de día en otros municipios como Elche, ya que la idea que manejan es estudiar la viabilidad de contar con un centro propio de estas características así como otros como la «Casa de les Dones» para reducir la discriminación a la que se enfrenta la mujer. Para evitar la exclusión, el plan también propone que se mejoren las comunicaciones mediante transporte público entre el núcleo urbano y Gran Alacant, así como con el parque de viviendas social en Pablo Iglesias y las universidades, mediante una ampliación de la temporalidad y el número de paradas, estableciendo un servicio de «taxi comunitario», entre los núcleos. Poniendo el foco en la vivienda, también se esboza que se registra un gran número de propiedades de segunda residencia vacías que podrían utilizarse para ampliar el parque social.

Más servicios y conexión con Gran Alacant

El plan de inclusión y cohesión social municipal refleja que las administraciones tienen que potenciar el vínculo entre Gran Alacant y el resto del núcleo urbano. Por ejemplo, se propone la creación de una unidad móvil para que las personas mayores extranjeras conozcan las actividades que ofrece el municipio y se sientan más integradas. Para los preadolescentes del barrio santapolero también se plantean más actividades y facilidades de transporte.