El cuatripartito y la oposición se unen contra las intenciones de la Dirección General de Costas de desmantelar Vatasa y todo su entorno para unir las playas de Santiago Bernabéu y Varadero. Esta semana, todos los grupos municipales se han reunido de urgencia en junta de portavoces, a petición del PP, para sumar argumentos sólidos para elevar a Costas el propósito municipal de mantener la infraestructura de Vatasa o, al menos, el espigón y la superficie sobre la que se asienta, para que a medio o largo plazo ese entorno pueda ser aprovechado como reclamo turístico, deportivo o docente como se ha ido debatiendo en los últimos tiempos.

Este encuentro ha servido para acordar que se arme un expediente que aglutine todas las actas e intervenciones de los grupos en las comisiones de trabajo que se crearon para debatir sobre el futuro de Vatasa, donde hubieron propuestas como la de levantar un centro de emprendimiento en el sector o un campus de la UMH, aunque esta idea está, por lo pronto, descartada. Parece que las intenciones de Costas caen como un jarro de agua fría en la villa marinera, ya que había puestas esperanzas en reconvertir ese sector degradado en un incentivo más para el municipio. Sí es cierto que todavía no se puede saber con certeza qué medidas tomarán sobre el área, ya que antes se tendrá que realizar un diagnóstico de las condiciones ambientales y otros factores del estado de las mareas que certifiquen que no hay peligro ni consecuencias negativas, en el terreno ambiental, para eliminar todo el sector y convertirlo en playa.

Por esa razón, hace unas semanas salió a licitación la redacción de un proyecto a cargo de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar que seguirá cuatro fases, que van desde estudios topográficos para valorar la evolución de la costa desde que se levantó el espigón hace cincuenta años, así como qué tipo de corrientes se dan en el litoral o si hay anomalías en el fondo marino en ese tramo. Si después de todos los estudios, el impacto ambiental resulta favorable, se redactará el proyecto para «dar continuidad a las playas adyacentes», como se desprende del pliego, y después habrá tiempo para la exposición pública y las posibles alegaciones.

Reacciones

Desde la formación de Ciudadanos entienden que, como mínimo, debería conservarse el suelo del espigón, porque «el entorno de Vatasa es un diamante en bruto y Costas nos va a mutilar una oportunidad para trabajar por la desestacionalización del turismo; si lo hacen nos quedaremos con el sol y playa», según Eva Mora, portavoz del partido. El PP insiste en que el desmantelamiento eliminaría las opciones de futuro como «palanca económica» para el municipio y se desmoronarían las comisiones de trabajo que se iniciaron hace más de un año para debatir sobre el enclave, donde se dio participación a entes como la UMH y donde se pensó, incluso, en levantar un centro de alto rendimiento. Los populares solicitan, además, al igual que Cs, que se incluya en el Plan Santa Pola Avant este sector estratégico para que la ciudadanía participe y aporte propuestas que sumen argumentos contra el derribo, aunque desde el PP plantean que el sector se convierta en Bien de Interés Local.

Fuentes cercanas a la Alcaldía explican que había unas cláusulas en las concesiones por las que al pasar el tiempo, de más de tres décadas, tenía que retornarse al estado inicial esa parte de dominio público marítimo terrestre. Aún y así, reseñan que no hay competencia municipal con este expediente y desconocen qué pasará después del estudio de impacto ambiental, aunque no descartan alegar si saliese mal parada la villa marinera.

Desde la Concejalía de Turismo señalan que al principio del mandato ya se puso en conocimiento del servicio provincial de Costas que la zona de Vatasa, con la fecha de concesión vencida, «era muy interesante para realizar algún convenio para poder desarrollar proyectos públicos», según la edil, Mercedes Landa, que explica que desde el departamento de playas siguen a la espera de informes que indiquen la repercusión que tendría para las playas y costa la eliminación del espigón de Vatasa, ya que, como explican desde Sostenibilidad, esta infraestructura acoge gran cantidad de posidonia que se sitúa entre dos zonas donde no se retira para minimizar el impacto de los temporales, por lo que también tienen dudas sobre las consecuencias si se retira el espigón.