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Antonio Baile Rodríguez: «González Vicen merece su calle»

«Lo tildan de facha, pero facilitó que gente de Santa Pola pudiera ir al hospital», explica el antropólogo, enfermero y exconcejal

Antonio Baile Rodríguez, en el muelle de Santa Pola, después de la entrevista en la que sujeta el borrador de su libro. MATÍAS SEGARRA

P Su nueva publicación saldrá a la luz después de más de quince años recopilando datos. ¿Qué le hizo plantearse este libro?

R Era amigo de Patricio Falcó, que junto con Miguel Ors estaban haciendo todo el trabajo de Elche y ya por 2001 pensamos en hacer un trabajo juntos para aunar datos sin juicios de valor, él haría la segunda parte de la historia de Santa Pola y yo la primera, de manera independiente. Se publicó primero la de Falcó porque apenas encontraba noticias después de estudiar libros de actas en el Ayuntamiento, fichas de nacimientos, muertes y matrimonios en el Juzgado de Paz... hasta que en 2008 aparece la hemeroteca digital y el abanico se me abrió.

P Parece que las trabas venían marcadas por la propia historia...

R En 1942 hubo un secretario municipal que venía de Orihuela y se le ocurrió decir que los archivos municipales en los altillos del Castillo estaban en malas condiciones higiénico sanitarias, que también reconoció el doctor del pueblo al emitir un informe. Acuerdan vender los archivos a un trapero y una parte se tiró por los balcones, se perdió todo menos los libros de actas y durante mucho tiempo estuvo vendiéndose el pescado con papeles municipales, incluso una señora me enseñó, con cierto temor, cinco libros que recogió de la época, y tengo documentación gracias a gente como ella y a anticuarios.

P ¿Qué evolución ha notado en el tratamiento informativo de estos recursos?

R En la medida que Santa Pola va creciendo está más presente en los medios. Con la Guerra Civil desaparecen noticias y en los cuarenta solo son del régimen. El gobierno franquista fue tan torpe que tras tomar posesión del Ayuntamiento publicó un documento que rezaba «auditoría de guerra del ejército de ocupación», es decir, ellos mismos se consideraban un ejército rebelde y golpista. Comparado a la prensa de hoy hay un gran cambio porque había muchas piezas pequeñas con disputas por cuestiones monetarias o políticas.

P Por ejemplo...

R Recuerdo una muy gorda. Con la república llegan elecciones y el gobernador designa como alcalde a Tomás Antón Baile, el tío Betún, y Emilio Bonmatí, que había sido alcalde varias veces, se queja y tras una revuelta termina este último en la alcaldía. Hay otra con un exportador de vino que era propietario de varias casas reconocidas como la de Don Gabino y resultó elegido alcalde. También aquí hubieron quejas de este exalcalde que alegaba que el designado no podía alcanzar ese cargo porque no vivía en Santa Pola y no era uno de los máximos contribuyentes.

P Eran desavenencias entre bandos pero las bondades del municipio no florecían por ningún sitio...¿verdad?

R Sí pero también recopilo anécdotas bonitas. Por ejemplo Alicante le reclama al pueblo de Santa Pola que paguen unos impuestos y se niegan porque no tenían caminos propios para llegar a Alicante ya que por los de Elche no querían pasar...

P ¿Aquella consecución del término municipal sigue afectando a la relación actual entre ambos municipios?

R La gente me pregunta por qué esa guerra, los santa poleros éramos ilicitanos, queramos o no, y nos ha dado mucho más Elche que Alicante, que incluso este último siempre se ha opuesto a que el puerto funcionase con proclamas de dirigentes de la época para que no pudieran desembarcar el pescado.

P ¿Se ha reconocido a quiénes lograron la independencia?

R El gobernador civil de Alicante durante la dictadura de Primo de Rivera, Cristino Bermúdez, se puso de la mano del débil para que Santa Pola tuviese término municipal y los hermanos Ibarra lo masacraron con cartas en la prensa porque reivindicaban que no se podía dar el término. Intelectualmente respeto mucho la figura de los hermanos Ibarra pero no comprendo cómo tienen una calle en Santa Pola y Cristino Bermúdez no, es una incongruencia total. Luego los gobernadores José María Paternina y González Vicen, respectivamente, iniciaron y consiguieron el término.

P El primero no tiene calle y al segundo se la quieren quitar...

R Otra barbaridad histórica, Paco Conejero tiene que tener una calle, claro que sí y hay avenidas como la Ronda Norte que podría llevar su nombre pero, ¿por qué se la quitan a González Vicen?¿Saben lo que ha hecho? Luego lo tildan de facha y ese es el argumento político que han esgrimido para quitarlo. González Vicen era médico y gestionó que la gente de Santa Pola pudieran ir a Madrid cuando no había hospitales, era una figura querida pero muerto el perro se acabó la rabia.

P El pasado mes la Cofradía de Pescadores cumplía un siglo. ¿Era visible la figura del marinero en los escritos?

R El libro tiene un denominador común que es el mar porque gracias a él tenemos torres vigías y un castillo desde donde se ha ido desarrollando el municipio. Antes hubo un cortijo de pescadores, pero se inicia el despegue y tras la fundación del pósito contaban con 475 socios y un capital de 6.973 pesetas. Compran barcos, se crean los seguros a pescadores con mejoras laborales y reglamentos de pesca.

P ¿Qué papel jugaban las rederas?

R En la primera década del siglo hacen esparto y cosen redes, esa era la economía del pueblo. La mujer va adquiriendo un protagonismo notable porque cuando aparece la vela y el motor y los pescadores se van largas temporadas a faenar, la mujer es el personaje importante de la familia.

P ¿Y cuando empieza a reflotar el turismo?

R En 1860 ya se hizo el primer reglamento para regularlo y ya en los años veinte venían colonias de escolares de otros municipios que se hospedaban en la Fonda de Romanones. Figura que el hotel más antiguo era el Miramar con 27 habitaciones y por allí han ido a comer infinidad de ministros e intelectuales como Miguel de Unamuno, Salvador Rueda, Martín Barrios u Óscar Esplá. Creo que el Ayuntamiento le debe un reconocimiento a la gastronomía del pueblo.

P ¿Ha tenido apoyo para sacar adelante este trabajo?

R Colaboran siete expertos en distintas materias vinculados a la localidad que introducen la obra. A nivel económico cuesta 12.000 euros hacer mil ejemplares y como es difícil venderlos en las papelerías hay un conjunto de empresas y particulares, así como personal de la ADL o secretaria del Ayuntamiento, Casa de cultura o los colegios, entre otros, que me aseguran una tirada con preventa, y por ahora estoy a la espera de tener también contestación oficial del Consistorio.

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