Crevillent ha dado un paso para tener más cerca un museo arqueológico estable y acorde al patrimonio local. El Ayuntamiento ha sacado a licitación estos días el contrato para redactar un proyecto en el que se diseñen las líneas museográficas que llevará el edificio, sobre todo el anexo a la Casa del Parque, de más de 500 metros cuadrados repartidos en dos plantas, que se construyó en 2011 en sustitución de una casa antigua. Este espacio albergará tecnologías actuales como el 3D para interactuar con los visitantes y explicarles de forma más amena e intuitiva cómo eran las civilizaciones pasadas.

Hasta la fecha, el museo se viene utilizando con exposiciones temporales que se ubican en el anexo, pero las salas no tienen una estética atractiva ni interactiva, y tampoco un discurso ordenado que permita mostrar una visión general del patrimonio arqueológico y paleontológico, que hoy queda reducido a secciones temporales y no termina de aprovecharse todo el espacio de este museo que fue reconocido por la Generalitat a principios de la década de los noventa.

La intención del gobierno local, por tanto, es aprovechar unas instalaciones que fueron reformadas hace menos de una década pero que todavía no cuentan con el discurso estructurado. Aún y así no hay fecha cerrada de cuando se actuará en el lugar, ya que en los próximos días tendrán que valorarse las ofertas de las empresas que han optado a redactar el proyecto, y una vez adjudicado tendrán cuatro meses de tope para preparar el documento.

Interactivo y de doble lectura

Desde el departamento de arqueología municipal reseñan que la idea es que el futuro museo sea de doble lectura, es decir, que el contenido interactivo sirva por un lado para el gran público, que en su mayoría son escolares, pero también para expertos en la materia que quieran profundizar más en los orígenes de los fondos expuestos. Esta musealización llegará a varias partes del ente como la recepción, la sala de exposición temporal, la zona de piezas del mes, la biblioteca, la zona de crevillentinos ilustres o el despacho del doctor Mas Magro, con la capilla y la pinacoteca.

El pliego comprende la incorporación de cerca de una veintena de paneles informativos, además de mapas o planos en 3D y vitrinas, que se complementarían con unas proyecciones audiovisuales que, por ejemplo, muestren el trabajo en un «torcularium» romano, cómo era el ritual de enterramiento mudéjar o qué trabajo metalúrgico se hacía en Peña Negra. Según indica el expediente, la alternativa a esta proyección podría ser la disposición de dos maquetas con motor que por ejemplo proporcinen una vista de la necrópolis del Bronce Final de les Moreres. En definitiva, sería una manera de integrar el patrimonio con una imagen institucional más fuerte del museo, « haciendo que el turismo se vea beneficiado ya que servirá de complemento a la visita del yacimiento de Peña Negra como parque cultural en la Sierra y además estará vinculado con El Hondo y el resto de museos», sostiene Julio Trelis, arqueólogo municipal. Desde la Concejalía de Cultura añaden que este es un paso importante para aumentar el reconocimiento y que además se motiven nuevas vías de financiación por parte de otras administraciones.

En total hay unas 113.000 piezas en inventario de las cuales unas 42.000, de más interés, están en catálogo y se verían beneficiadas, entre ellas fondos originales del paleolítico en la Raya del Búho, restos de la Cañada Juana o donaciones como el Tesorillo de Denarios romano de Catxapets, compuesto por 268 monedas de plata datadas entre el 211 y el 100 antes de Cristo.