La tasa de comisión de delitos e infracciones penales denunciadas en Crevillent ha bajado un 8,6% de enero a octubre, quedándose una media de 24 hechos delictivos por cada mil habitantes, 14 puntos por debajo de la media en la provincia de Alicante. A pesar de estos buenos datos el municipio registra la cifra de 82 víctimas por violencia de género y, aunque de forma sostenida, siguen proliferando las viviendas «okupas» en varios barrios del municipio.

Esas son algunas conclusiones a las que se ha llegado esta semana en la Junta Local de Seguridad Ciudadana a la que asistió el secretario de la Subdelegación del Gobierno, responsables de la Comisaría de Elche de la Policía Nacional, el jefe de puesto de la Guardia Civil de Crevillent, como también representantes de la Policía Local, el alcalde, el edil de Policía o la portavoz de Ciudadanos en la junta.

Una problemática que se abordó en la Junta Local son los casos de ocupación de viviendas abandonadas pues existen entre tres focos concretos en la Ronda Norte, otro a tan solo unos metros del Consistorio, en el conocido barrio de San Rafael, y en el antiguo Raval de Crevillent, donde podrían haber entre seis y diez viviendas en esta situación, según apuntan fuentes municipales.

Los Cuerpos de Seguridad del Estado reseñan que no es delictivo ocupar una vivienda si no se hace por el uso de la fuerza, derribando muros o con cierta violencia y causando destrozos y, aunque se les requiere para desalojar a los ocupantes, señalan, no pueden intervenir ya que deben ser los propietarios los que denuncien en los juzgados, aunque en este caso se da la casuística de que la mayoría de estas viviendas están en manos de entidades bancarias. Así las cosas, según el edil de Seguridad, Manuel Moya, los focos van cambiando con el tiempo. Al parecer en algunos casos estas casas se utilizan para actividades relacionadas con el tráfico de drogas.

Manuel Moya señaló que el Ayuntamiento no tiene competencia para actuar, aunque reconoció que esta situación genera un conflicto social que va de la mano de una degradación del barrio y una alarma para el entorno, teniendo en cuenta que se ha quebrado el equilibrio y la calma en comparación a otros puntos de Crevillent, llegando al límite de que los vecinos eleven quejas al Consistorio por los escándalos y peleas que se forman junto a estas viviendas.

Desde l'Esquerra también alertaron de esta situación y ya solicitaron en unas de las últimas comisiones internas los informes de la Guardia Civil para que el Ayuntamiento pueda contabilizar al detalle el número real de viviendas «okupadas» y cual es el perfil de los inquilinos. Asimismo proponen que con los datos encima de la mesa pueda hacerse un seguimiento municipal de las zonas para apaciguar a los vecinos y controlar la degradación de estos puntos.

Falta de coordinación policial

En esta reunión se abordó que el programa VioGen del Ministerio del Interior, que se dedica a seguir los casos de violencia de género, ha contabilizado a 82 víctimas, de las cuales el 88% están diagnosticadas de riesgo no apreciado y el 12% restante son de riesgo bajo, por lo que desde el gobierno local apuntan que las cifras deben bajar pero, «hay que estar contentos de que los casos son estables».

Aún y así desde la formación de Ciudadanos consideran que a pesar de que no son alarmantes los casos sí que es elevada la cifra y pidieron en la junta que se active el convenio entre la Guardia Civil y la Policia Local que se firmó en diciembre del 2017 por este programa estatal para que exista una coordinación real entre ambas fuerzas de seguridad para que no se duplique la protección a la víctima.