Los deportistas de Crevillent vuelven a lanzar sus reivindicaciones para que se levanten los nuevos campos de fútbol pendientes, justo en un momento en el que el grupo de Compromís ha presentado un recurso de reposición contra la contratación para tres campos de fútbol de césped artificial que costarán cerca de 1,2 millones de euros, asumido en un 35% por la Diputación dentro del Plan de Obras. El proyecto está en fase de licitación y esta semana ha terminado el plazo para presentar ofertas y han accedido cuatro mercantiles.

Desde el grupo en la oposición señalan que podría haberse cometido un fraude de ley porque se ha vulnerado la nueva ley de Contratos del Sector Público. Según José Manuel Penalva, portavoz de Compromís, ya avisaron en varias comisiones que en la contratación se establecen marcas comerciales injustificadas que condicionan la libre competencia y la igualdad de trato entre quienes quieren realizar la obra, «además de la falta de concreción de criterios objetivos en la valoración permite que el gobierno municipal y los servicios técnicos puedan decidir, subjetivamente y sin límites, a quién se le adjudica la obra».

Esta sería una de las alegaciones que presenta Compromís, mientras que el alcalde, César Asencio considera que el recurso de Compromís «es absolutamente político y busca bloquear el plan de obras» y tilda de «extraño» y «poco comprensible» que ninguna empresa haya impugnado o recurrido el pliego cuando «son ellas las que se podían ver perjudicadas por un pliego que no es correcto o que valore de una manera inadecuada determinadas cuestiones que les perjudican».

A partir de ahora los servicios jurídicos del Ayuntamiento están revisando el expediente y en caso de que se apruebe el recurso tendría que paralizarse el procedimiento administrativo y modificarse el pliego para después volver a licitarse, aunque la subvención de la Diputación no estaría en riesgo siempre que vuelva a abrirse la licitación antes de acabar el año, señalan fuentes municipales.

Siguen las reivindicaciones

Los clubes piden que las instalaciones deportivas se actualicen a los tiempos que corren; en concreto, las pistas de fútbol. Crevillent cuenta con cuatro campos para practicar este deporte en el pabellón Enrique Miralles de los cuales dos son de tierra.

Esta circunstancia provoca que los cerca de 1.200 deportistas federados de los cuatro clubes locales tengan que distribuirse las pistas y, por falta de espacio, deban utilizar las de tierra para entrenar o incluso jugar algún partido, ya que la ciudad deportiva Juanfran Torres está inutilizada y a expensas de inaugurarse. Allí está previsto un campo de fútbol 11 de césped artificial al igual que otro de las mismas dimensiones y de fútbol 8 en el anexo del Enrique Miralles.

Así las cosas, la Unió Esportiva de Crevillent ha pedido por redes sociales que a la mayor celeridad se ponga el césped pendiente y reseñan el caso de este pasado fin de semana, cuando el equipo de cadetes tuvo que jugar en campo de tierra, lo que supuso que lospadres del equipo visitantes se enfadasen. El presidente del club, Francisco Miralles, contó al diario que hay algo de esperanza porque ya ha empezado la licitación de los nuevos campos. Aun y así llevan aguantando décadas con promesas de todos los signos políticos y «al final se adolece de las condiciones para competir en campeonatos federados».

Déficit

Este déficit está generando que haya problemas para ubicar a tantos equipos, y que en cuanto llega el fin de semana se colapsan las instalaciones, reseñan los clubes. Solo en la Unió Esportiva hay inscritos más de 500 jugadores, además de la escuela de juveniles. Este pasado fin de semana se registraron 15 quince partidos por la tarde.

La misma demanda tienen en el Athletico de Crevillent. Señalan que la falta de pistas ocasiona retrasos, ya que se están encontrando con largas jornadas de partidos «que empiezan a primera hora de la mañana hasta las 21 horas», explica el presidente José Antonio Martínez, quien añade que incluso algunos equipos tienen que jugar en la sobremesa si no quieren quedarse sin el campo de fútbol 11 del «Enrique Miralles», ansiado por todos porque es el único campo con pavimento renovado.