El Ayuntamiento de Santa Pola ha dado un paso más para agilizar los trámites de la renovación del consultorio médico de Gran Alacant. Hace unos días se abrió la licitación para este proyecto, que se ejecutará a cargo de las próximas líneas de subvenciones de intervención arquitectónica de locales destinados a uso sanitario del Consell. A pesar de que en la primera convocatoria de ayudas Santa Pola quedó excluida del listado de municipios donde se intervendría, posteriormente la propia consellera Ana Barceló aseguró a este diario que la villa marinera tendrá el consultorio renovado en 2019 porque optarán a la ayuda, y ya explicó que si antes quedaron fuera es porque para ejecutar las obras se necesitaba más tiempo del que estaba previsto en la orden de la convocatoria, que marcaba diciembre de este año como tope.

El martes se cerrará el plazo para que las empresas puedan presentar ofertas, ya que recientemente el gobierno local ha publicado el proyecto en el perfil del contratante. Aún así no se podrán ejecutar las obras hasta que no se resuelvan favorablemente las ayudas, tal y como aparece en una de las cláusulas de los documentos administrativos del proyecto, porque la única vía de financiación será la inyección de la administración autonómica, que tendría que asumir el coste de esta rehabilitación que tiene un presupuesto de licitación de 90.000 euros y que dejaría el espacio 45 días en obras, según el pliego.

Ganar tiempo

Con esta decisión de contratación anticipada el Ayuntamiento gana tiempo, adelantando los trámites para que el edificio renovado sea una realidad antes y, por lo tanto, se cumplan con las necesidades de los residentes del barrio santa polero y con el personal que a diario trabaja en el lugar, que tiene ciertas dificultades para desempeñar su labor por la deficiente distribución de espacios, sobre todo a la entrada del inmueble. El proyecto plantea una nueva repartición de espacios para mejorar la rapidez de las intervenciones urgentes, teniendo en cuenta que por el momento el personal sanitario tiene que trasladar a los pacientes con imposibilidad de movimiento por tres de los despachos destinados a Servicios Sociales hasta llegar a la Sala de Urgencias,con lo que se genera una torpeza de servicio y tardanza en la atención médica, y además hay poco espacio para que circulen las camillas o sillas de ruedas. Por esta razón se trabajará en 210 metros cuadrados de la planta baja para eliminar tabiques y ampliar espacios útiles, dándole más independencia, también, a los departamentos entre los que se encuentran pediatría, enfermería pediátrica o salas de espera.

A corto y medio plazo los residentes de Gran Alacant tendrán que conformarse con este consultorio, un edificio que comparte la oficina municipal y la biblioteca, ya que el gobierno autonómico descarta un centro de salud porque a pesar de que la población se quintuplica en temporadas como verano, las altas de las tarjetas sanitarias individuales (Sips) son insuficientes y no se relacionan con el número de personas que viven realmente o que residen de manera temporal.