Crevillent es por unos días el municipio por excelencia para el debate sobre la escultura religiosa. El segundo Congreso Internacional sobre el arte sacro, organizado por la Federación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, arrancó ayer en las instalaciones de la Casa de Cultura y estará en activo hasta el domingo 28 de octubre. Habrá un numeroso plantel de mesas redondas, conferencias y comunicaciones de doctorandos que investigan sobre la escultura religiosa en diferentes ámbitos sociales, historiográficos o culturales desde un plano académico e intelectual.

El ciclo comenzó con una conferencia de la mano del catedrático emérito de Historia del Arte Germán A. Ramallo, quien abordó la «escultura en las fachadas catedralicias durante el barroco»; es decir, las funciones que tenían estos elementos y cómo han evolucionado. A partir de hoy están programadas otras conferencias que versarán sobre la escultura religiosa académica en la Corte alfonsina, realizada por Leticia Azcue, jefe del área de Escultura y Artes Decorativas del Museo Nacional del Prado bajo el título «la melancolía de Roma».

Se sumarán otras ponencias como la de la catedrática de Historia del Arte italiana Fausta Franchini que analizará los muebles sagrados en mármol del siglo XVII al XIX. Sobre esta cuestión otros expertos expondrán también la peculiaridad de la escultura sacra española de madera tallada y policromada, como Alfonso Rodríguez y Gutiérrez de Ceballos, catedrático emérito de Historia del Arte. En otras mesas se abordarán, por ejemplo, los puntos de partida de la escultura religiosa en el Levante Español donde se detallará el caso de la escultura en enclaves como la basílica de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza; la escultura sevillana en las dos primeras décadas del siglo XXI o el caso del País Vasco con la evolución de la escultura barroca.

Paralelamente al congreso internacional, la Casa de Cultura alberga hasta enero una exposición temporal que integra obras del Museo Gravina de Alicante y el MUBAG.

Entre ellas se encuentran piezas de gran valor, como dos vírgenes del siglo XVI polícromadas, una imagen de San Nicolás del siglo XVIII o un San Juan de Dios, obra de 1738 del reconocido Francisco Salcillo. La pieza más delicada es la de un Cristo Yacente anónimo.

Entre los trabajos escultóricos hay una selección del almacén del museo Mariano Benlliure que no han sido expuestas hasta la fecha y que abordan la imagen devocional representada con la Virgen del Carmen, un paso procesional con el Redentor camino del Gólgota o representaciones funerarias como los «Ángeles Llorando» del panteón de los Duques de Dénia. El Ayuntamiento, organizador de la exposición junto al Mubag, también ha editado un catálogo con siete artículos de investigación sobre la temática.