Límites a la caza en la sierra. El Ayuntamiento de Santa Pola está tramitando con la Conselleria de Medio Ambiente una regulación más extensa de los cotos de caza en el entorno natural de la Sierra. Esta semana el cuatripartito ha pasado por junta de gobierno extraordinaria de urgencia la nueva delimitación del aprovechamiento cinegético en la sierra, que limitaría aproximadamente en 300 hectáreas la capacidad de caza en el coto aplicando más medidas de seguridad, ya que pasarían de 1.000 a 700 las hectáreas hábiles para esta actividad, según señalan desde la Concejalía de Sostenibilidad.

Con este acuerdo municipal remitirán al club local de caza y tiro las nuevas condiciones que tendrán que modificar en el plan técnico, que en cuanto se resuelva la tramitación con la administración autonómica afectaría a las zonas con más afluencia deportiva y lúdico recreativa. Así las cosas, se ampliará el perímetro de seguridad en áreas urbanas con reservas de fauna ubicadas en las zonas verdes de Gran Alacant, al igual que está incluida la fachada litoral del Cabo y el paraje Meleja.

Se aumentará, también, el perímetro de seguridad respecto a los entornos más próximos al núcleo urbano como la Ronda Norte y otros tramos transitados a diario por ciclistas y montañistas, como aquellos próximos al Faro donde se ubican los pabellones de la Guerra Civil para los que hay previsto un proyecto de rehabilitación y musealización, que por el momento sigue pendiente y está contemplado en los presupuestos para ejecutarse en los próximos meses.

Estos acuerdos surgieron de una reunión hace unos días entre representantes del área de Medio Ambiente del Consistorio y responsables del departamento de caza de la Dirección territorial de Alicante, que dieron luz verde al planteamiento del gobierno local tras presentar los planos y las coordenadas donde se podría reducir la actividad cinegética para aplicar más señalética con tal de lograr una mejor compatibilidad de usos entre cazadores y usuarios que suben a la sierra con fines lúdico o deportivos.

Más allá llegan grupos ecologistas como Margalló que recientemente ha presentado una solicitud directa a la consellera de Medio Ambiente desde el portal change.org, a la que se han sumado por el momento 300 personas con sus firmas, para que el gobierno autonómico prohiba «el ejercicio de la caza en la Sierra de Santa Pola y otros lugares donde exista una amenaza a la seguridad de las personas», según la petición. También solicitan que se modifique la ley vigente de caza del 2004 en la Comunidad Valenciana para que la actividad cinegética quede limitada a las zonas de caza legalizadas, «acabando con la coacción a los propietarios para que acepten la existencia de un coto como única alternativa a la caza libre», exponen.

Refugio de fauna, en trámite

El Ayuntamiento de Santa Pola está tramitando con la Conselleria de Medio Ambiente que el entorno con balsas próximo a la depuradora de la villa marinera se proteja como refugio de fauna y pierda la categoría de zona común de caza para impedir que cualquiera con licencia pueda apresar animales durante la temporada de veda, que empieza este mes. Todavía quedaría el visto bueno del Ayuntamiento de Elche, ya que la mayoría de los terrenos afectados son de titularidad del Ayuntamiento de Elche a pesar de que se encuentra en término de Santa Pola. Desde el área de Medio Ambiente de la villa marinera señalan que han contactado recientemente con los homónimos de Elche y sí que hay intenciones de seguir el plan de protección.

En este enclave, detrás del ruinoso hotel Rocas Blancas, la Asociación Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) confirma la riqueza de esta zona húmeda tras documentar aves anátidas que se han ido asentando como el pato colorado, que supera al censo de El Hondo o las Salinas, además de otras especies de flora en peligro de extinción.