El Ayuntamiento de Crevillent plantea soluciones a la falta de aparcamiento en el centro histórico para relanzar la actividad comercial en espacios históricos, como el Mercado de Abastos, que en los últimos años ha notado un bajón de ventas. Desde la Concejalía de Tráfico han comenzado a pedir presupuestos para adquirir una máquina de tickets de la ORA en vista a implantar un servicio de estacionamiento regulado de zona azul en la calle Alicante y Valencia, anexas a las mencionadas infraestructuras comerciales.

Este programa piloto parte de una moción planteada por Ciudadanos en octubre de 2017. Se tomó en cuenta aunque no de manera tan ambiciosa, ya que proponían más zonas reguladas, como la Avenida de Madrid o Blasco Ibáñez que fueron descartadas por el PP. Según la idea del gobierno local, la zona azul llegará de momento solo a las dos calles más próximas, cubrirá unas sesenta plazas de aparcamiento y estaría en activo todo el año de lunes a sábado de 9 a 14 horas, coincidiendo con el horario de más afluencia en el mercado.

El servicio será municipal, según las pretensiones del PP, con lo que se dispondrá de una patrulla de la Policia Local que vigile a pie esta parte del entramado urbano y que tenga, además, capacidad para supervisar que se cumplen con el pago de la tarifa, que tendría precios populares y que deberá renovarse cada hora de manera presencial para promover la rotación de vehículos en el centro. Según el edil de Seguridad y Tráfico, Manuel Moya, también se estudia la posibilidad de redactar una ordenanza municipal que controle los usos que deben hacerse del aparcamiento regulado y qué sanciones podrían imponerse por no abonar la tarifa. Por ahora sólo queda claro que en unos días iniciarán nuevas gestiones a nivel interno del Consistorio para dar más luz a este plan y diseñar los pliegos para licitar la empresa que implante esta maquinaria, que ronda los 10.000 euros, aunque no hay fecha fijada para asentarlo.

Estas medidas favorecerán la dinamización del Mercado de Abastos, teniendo en cuenta que desde hace años los comerciantes reclaman soluciones para hacer más atractivo el lugar a otros públicos, ya que la clientela se ha ido estrechando y los picos de ventas se reducen a un par de días. Uno de los problemas que tienen es la falta de otras ofertas que complementen al sector alimenticio y, por otro lado, la falta de aparcamiento, con lo que esta rotación de vehículos podría venir bien para atraer a vecinos que viven lejos del centro, aunque como contrapunto los residentes y trabajadores de la zona perderán facilidades para aparcar gratis cerca.