El Consell ha comenzado a preparar el terreno para el desdoblamiento de la carretera de Santa Pola con los trabajos previos de señalización y el desbroce de las fincas expropiadas para hacer posible la duplicación de los carriles.

La maquinaria ha tomado esta semana el tramo comprendido entre la Vereda de Sendres y el tramo de Santa Pola que ya está ejecutado y las señales anuncian ya las obras desde la pedanía de Valverde.

Así estará este tramo de algo más de un kilómetro de la CV-865 durante los próximos 18 meses. Las máquinas y los operarios tomarán la calzada para hacer cuatro carriles, con el objetivo de acabar con los frecuentes atascos que se producen principalmente cada verano y aumentar la seguridad en una de las carreteras más peligrosas de la Comunidad Valenciana. La actuación costará 1,6 millones de euros y permitirá que la carretera tenga cuatro carriles (dos para cada sentido), separados por una mediana de 1,20 metros de ancho, en la que habrá alumbrado. El margen izquierdo tendrá un carril mixto ciclo-peatonal de 3,50 metros, que da continuidad al ya ejecutado. Una vez finalizados estos trabajos en el término santapolero, quedará pendiente todo el tramo correspondiente al término municipal ilicitano, del que todavía no hay plazos.