Las fiestas de Santa Pola terminaron con buenas rachas de lluvia y una polémica que al final ha quedado en una «chiquillada» de mal gusto para sacar los colores a la primera edil de la villa marinera. El pasado 7 de septiembre empezó a correr como la pólvora en todas las redes sociales un archivo de audio de un minuto en el que un joven de 25 años, que al parecer iba acompañado de otros tres amigos, llamó a un restaurante para preguntar si en la sala se encontraba la alcaldesa, Yolanda Seva. La sorpresa del joven viene acto seguido cuando el hostelero afirma que la primera edil efectivamente se encuentra en dicho establecimiento, y como reacción, el joven manda un mensaje al trabajador para que le transmitiera a la alcaldesa que se levantara del asiento y dejara de cenar porque por su culpa el castillo de fuegos artificiales se estaba retrasando «una hora», ya que hasta que no estuviera presente, señalaba el joven, no podia iniciarse el espectáculo pirotécnico.Al final del audio se escucha al joven riéndose y da por finalizada la llamada ante la extrañeza del hostelero que no entiende la situación. Al parecer alguien cercano al joven que gastó la broma terminó publicándola en varios foros populares y llegando a la opinión pública. La propia alcaldesa conocía de esta broma en el momento en el que se hizo y lo tomó con humor en un primer momento hasta que trascendió a la esfera social.

Yolanda Seva aclara que en ningún momento se produjo un retraso de una hora para el lanzamiento del castillo de fuegos artificiales, aunque los asistentes aseguran que se lanzó pasadas las 1.15 de la madrugada, quince minutos más tarde de lo habitual una vez acabado el desfile multicolor.

Aún así quieren dejar claro que el protocolo en este tipo de actos no exige que las autoridades municipales tengan que estar presentes para que de comienzo el espectáculo, ya que el castillo de fuegos artificiales tiene un sistema automatizado en el que nadie ajeno a los pirotécnicos intervienen simbólicamente como ocurre en las mascletàs cuando los festeros o representantes políticos encienden la mecha.

Asimismo,la alcaldesa ha reprobado públicamente en su página de Facebook que la broma haya trascendido, y se dirigió directamente al autor de la llamada,que en el propio foro se defendió alegando que habia denunciado que borraran el documento de la red social. Aunque al parecer se produjo este retraso, el castillo se lanzó conforme a lo establecido en el pliego técnico, un espectáculo desde la Playa de Levante entre 125 y 150 kilogramos de material pirotécnico con dos secciones acuáticas. Esta es una cifra inferior a lo que se invirtió para el último espectáculo después de la procesión en honor a la patrona, donde se tiraron entre 225 y 250 kilos. En total se invirtieron más de 30.000 euros.