La procesión de la patrona de Santa Pola, la Virgen de Loreto, arrancó ayer con la mirada de los fieles puestas en el cielo, implorando que la lluvia diera tregua durante todo el recorrido. No fue así, y cuando la cita alcanzaba el ecuador, las lluvias, obligando a los participantes a regresar a la iglesia, donde esperaron pacientemente con la esperanza de poder llegar al castillo, lo que pudieron completar minutos después. Eso sí, acortando el recorrido.

Un fin de fiestas pasado por agua que, sin embargo, no pudo con la devoción de decenas de fieles que se sumaron al día grande de su patrona antes de poner fin a las celebraciones que se han sucedido los últimos días. Las precipitaciones también deslucieron algunos de los actos programados durante la jornada de ayer, ya que si bien no llovió de forma torrencial, como en la jornada del viernes, las precipitaciones sí impidieron disfrutar de la programación con normalidad.

Las caras de decepción entre los fieles era latente, pues no pudieron poner el broche final como se merece a las fiestas, rindiendo el tradicional homenaje a la patrona. La alcaldesa honorífica de Santa Pola, que llegó a la villa marinera en el año 1643, recibió aun así el calor de su pueblo, que desafió todas las inclemencias del tiempo para demostrarle un año más su entrega, en una cita llena de tradición, emoción y entrega por parte de los santapoleros.