Los crevillentinos vuelven a la rutina después de las vacaciones del verano pero las sesiones deportivas tendrán que hacerlas fuera del gimnasio municipal, que sigue con todo el ala sureste cerrada desde hace más de cuatro meses, cuando se detectaron unas grietas profundas en el techo, tal y como ya publicó este diario. Aunque el deber de ejecutar las obras es del Ayuntamiento de Crevillent, el paso previo que debe darse es la autorización por parte de la Conselleria de Educación, que es la propietaria del inmueble y que cedió este espacio a la Administración local para el disfrute de los vecinos.

Hace ya semanas los técnicos municipales descubrieron un problema estructural en la esquina superior del gimnasio que afecta al tejado y las vigas. Asimismo, hay varias salas afectadas donde habitualmente se impartían clases de gimnasia correctiva u otras especialidades, como pilates, y donde se ubicaba, además, la sede local del sindicato Comisiones Obreras.

Las valoraciones técnicas fueron remitidas al gobierno autonómico, que todavía no ha dado contestación para dar luz verde al proyecto de reparación y a las obras posteriores, según explicó a INFORMACIÓN el edil de Infraestructuras y Deportes, Manuel Moya.

Concesión

Además, la concesión que tenía el Ayuntamiento con la Conselleria ha caducado y está a expensas de renovación para que, con todas las de la ley, el Consistorio pueda seguir prestando servicio en el gimnasio, donde también se asienta una escuela de adultos que no se ha visto afectada por las grietas. Por el momento a los vecinos les toca esperar a que los trámites avancen. De manera temporal podrán recibir clases en una sala abierta del Centre Jove.