Cruda batida de espadas y bastones para iniciar las fiestas de Moros y Cristianos de Santa Pola. Ante la atenta mirada de más público que en otras ocasiones, la Playa de Levante fue el escenario ayer del tradicional desembarco moro. Lo cierto es que desde este año esta peculiar representación ha pasado a llamarse «asalto», para ajustarse más fielmente al guión, según señalan desde la asociación festera.

La explosión de arcabuces, cañones y truenos fue notable y causó asombro entre los asistentes, a pesar de que cada año se están reduciendo considerablemente los kilos de pólvora que pueden utilizar las entidades festeras en este tipo de celebraciones. Como alternativa se dio más paso a los petardos, ante las restricciones de la Administración central.

En esta edición se incrementaron hasta los 150 el número de figurantes, en una escenificación que ha integrado más jóvenes y niños, todos ellos festeros de la localidad, que no bajaron ni un segundo la guardia durante una batalla en la que la ofensiva del bando moro terminó derribando la puerta de entrada del campamento de los cristianos, con un despliegue de arqueros lanzando flechas y luchadores con espadas y bombas de humo.

Previamente, las bailarinas de la escuela Fem Dansa abrieron un pasillo por la arena como parte del séquito del bando de la media luna. El momento culmen fue cuando hicieron su parlamento José Pedro Sempere y Antonio Zamora, embajadores moro y cristiano respectivamente.Con esta interpretación se puso fin a un mes de ensayos que marca la hoja de ruta de las fiestas patronales en honor a la Mare de Déu de Loreto, patrona de Santa Pola.

Pasacalles y entrada

Al mediodía, miembros de la asociación Festero Cultural de Moros y Cristianos, la Banda Unió Musical de Santa Pola y la Colla El Freu iniciaron un pasacalles que partió del Ayuntamiento y que tenía como segundo punto La Glorieta. Curiosamente por tradición, los festeros animan las calles y recogen a la reina mayor de las fiestas en su casa. De este modo, Loreto Canales Rizo, que vive en las inmediaciones de la céntrica plaza, se sumó a este encuentro musical junto a su corte de honor.

Antes de que los asistentes se fueran a reponer fuerzas para la entrada de festeros, se lanzó una gran mascletà en el entorno del castillo que mantuvo la atención de todos durante varios minutos.

Al final de la tarde se inició la entrada de cargos festeros, que partieron desde la calle Elche hasta el castillo, aunque el bando moro hizo su habitual partida hacia el punto defensivo desde el Puerto. La novedad, para sorpresa de muchos, fue que el embajador cristiano esperaba por primera vez desde abajo de la fortificación a la ofensiva mora.

Fueron momentos de tensión y realidad cruenta, que tras la batalla orquestada a través de las indicaciones del rey Tadmir, se saldó con una buena escabechina de cristianos asesinados, que terminaron sucumbiendo en una escena explícita que tuvo una escenografía más profunda y con más movimiento que en otras ediciones. Con la victoria del bando de la media luna, que tomó el castillo, los moros salieron desfilando de nuevo hacia el puerto con bailes típicos de las bailarinas de la escuela de danza Inmaculada Jaén, que brillaron para que la villa marinera se trasladase por instantes al medioevo.

Hoy será el turno del bando de la cruz,que se encargará de dirigir el contraataque para reconquistar el castillo, en otra lucha que también estará protagonizada por el estallido de arcabuces y choque de espadas para hacerse con el poder de la región, donde la figura de los paladines también recobrará importancia. Durante estos días se sucederán desfiles y actos litúrgicos en honor a la patrona.