El entorno natural y patrimonial de la Sierra de Crevillent está protegido de lunes a domingo por más de treinta voluntarios que han optado por veranear recorriendo las profundidades y entresijos de esta serranía de 4.488 hectáreas y 12 kilómetros de longitud. La idea es prevenir incendios forestales y asegurar buenos usos del medio ambiente, en una temporada en la que las altas temperaturas son sinónimo de alto riesgo de fuego, como los ocurridos el año pasado en el entorno del Pantano o el de 2016 que calcinó 2.000 metros cerca del pico de la Vella.

La iniciativa de voluntariado surgió hace más de cinco años por parte de la Concejalía de Medio Ambiente, que coordina este dispositivo de control en el que participan ocho asociaciones, que se turnan para cubrir al máximo el paraje, entre las que se encuentran Protección Civil; Cruz Roja; Club ciclista «Crevillent» y «Jaume el Barbut»; Centro Excursionista; Club de Caza la Totovía; Club Marathón y por primera vez el Club Amanecer de personas con diversidad funcional, todas coordinadas con bomberos y el 112.

El despliegue comienza a primera hora de la mañana, cuando las batidas ascienden a la sierra con prismático en mano para avistar cualquier acto incívico desde los puntos de vigilancia fijados en los picos más altos como La Vella, El Picacho, El Puntal o el Parque de Montaña de San Cayetano, donde suele crearse un retén.

Por lo que cuentan los voluntarios, este verano está siendo bastante tranquilo y no se lamentan desórdenes como en ediciones anteriores con quemas de rastrojos ilegales, aunque sí que se repiten casos de «deshechos de vidrio en zonas aisladas que los usuarios no recogen», señala José Enrique Mas, de Protección Civil.

Desde esta asociación cubren entre semana la sierra, y además de las rutas a pie se desplazan con dos vehículos todo terreno que les permiten acceder a lugares estrechos y a casas de campo para prevenir, por ejemplo, que las familias hagan quemas fuera del calendario autorizado. En esos casos están coordinados, tanto ellos como el resto de colectivos, con el 112, que se encarga de derivar a la Guardia Civil o al Seprona casos como vertidos de residuos tóxicos.

Este programa sirve, además, para prestar auxilio a usuarios que con las fuertes temperaturas pueden sufrir vahídos al hacer deporte o alguna lesión. Una de las mejoras de esta edición, por otra parte, es la equipación de las asociaciones, que por primera vez tienen una indumentaria con el logo municipal que favorece que los visitantes a la sierra los tengan más en cuenta y calen mejor entre los visitantes los consejos que se les dan en cuanto al mantenimiento de los espacios naturales y patrimoniales, como podrían ser los qanats árabes o la preservación de la fauna y flora. Cruz Roja también ha prestado esta cobertura hasta mediados de agosto durante los fines de semana, con una media de 14 voluntarios.

Más señalización

Algunas de las deficiencias más notables en la Sierra de Crevillent es la señalización de los distintos senderos alrededor de veinte rutas, que en algunos casos se han deteriorado por el paso del tiempo y están tardando en reponerse, además de añadir más postes «porque los que no conocen la sierra pueden llegar a perderse», apuntan algunos senderistas habituales.

La zona que más se está favoreciendo en este sentido es el entorno de Penya Negra, donde se colocará señalética interactiva para explicar el patrimonio arqueológico del lugar, o el Centro Los Molinos, que mejorará el mantenimiento y se implantará un Observatorio del Empleo para la lucha contra el cambio climático.