Los vecinos del barrio santapolero de Gran Alacant tendrán que esperar para disfrutar de un consultorio médico reformado y con instalaciones mejor ajustadas para desempeñar las funciones sanitarias ya que el Consell ha denegado las ayudas para el centro enmarcadas en el programa valenciano de intervención arquitectónica de locales destinados a la prestación sanitaria.

Según el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (Dogv), el motivo de exclusión es haber solicitado la subvención para realizar actuaciones «en un plazo de ejecución superior al ejercicio presupuestario de 2018»; es decir, que el Consell entiende que no hay capacidad de finalizar las obras antes de que acabe el año. Desde la Concejalía de Sanidad explican que se han seguido todos los pasos pero creían que podía asumirse en dos anualidades este proyecto que enviaron a la Subdelegación General de Sanidad en abril.

Así las cosas, Gran Alacant se queda por lo pronto sin nuevo consultorio médico hasta 2019, ya que hasta septiembre no se convoca un nuevo programa de ayudas. Las obras, valoradas en unos 90.000 euros, servirían para acometer una reforma integral del inmueble con reubicaciones de espacios. En el caso de la sala de Urgencias, se trasladaría donde se presta el servicio de Pediatría, ya que uno de los inconvenientes actuales es la dificultad de tránsito de camillas por los pasillos, que son estrechos. El personal tiene, además, que atravesar tres salas de servicios sociales para llegar a Urgencias. Por otra parte, sobre estas dependencias municipales se encuentra una clínica privada, emplazamiento clausurado desde que se abrió la causa judicial por la que está siendo investigado el exalcalde de Santa Pola, Miguel Zaragoza. Este enclave se podría utilizar para reubicar el servicio de Pediatría y Enfermería Pediátrica, mientras que en la parte posterior iría un almacén. Los residentes tildan de «irrisorias» las instalaciones actuales para una unidad territorial en la que hay más de 11.000 personas censadas. Aunque el servicio se presta de 8 a 21 horas, lamentan que el único servicio sanitario tenga que estar compartido en el mismo edificio con la biblioteca y una oficina municipal.