El Ayuntamiento de Santa Pola ha abierto el debate para estudiar qué tipo de aparcamiento de pago se instalará a corto o medio plazo. En los últimos días se ha presentado un proyecto de regulación del aparcamiento, elaborado por la Universidad de Alicante (UA) y encargado por el gobierno local. En este estudio los expertos destacan que sería viable aplicar 1.281 plazas de zona azul en cinco puntos del municipio, que abarcarían el puerto comercial (444), el este y oeste de la zona centro (363), Playa Lisa y Gran Playa (368), como también la Avenida Santiago Bernabéu (106).

Esta regulación afectaría al 23% del total de plazas de aparcamiento en estas zonas y solamente estaría en activo en verano, desde las 9 a las 21 horas, con una limitación de cuatro horas diarias. Asimismo, este análisis revela que también sería posible diseñar servicios para todo el año con zona verde de aparcamiento para residentes y visitantes en el centro con 487 plazas, que tendrán una limitación de dos horas para estacionar, al igual que zonas naranjas (157) con tope de dos horas para los visitantes y turistas y tiempo ilimitado para los residentes.

Este informe, que está expuesto a la ciudadanía a través de la página web del Ayuntamiento para que hagan sus propuestas, ha previsto estas plazas acorde a la ocupación y la rotación de vehículos que se produce a lo largo del día, ya que se da el caso de coches que permanecen aparcados durante más de una semana en el mismo lugar, con lo cual pueden ser declarados en situación de abandono y se terminan dirigiendo al depósito si es excesivo el tiempo que llevan sin moverse. En cuanto a reivindicaciones por la falta de aparcamiento, hay sectores como los comerciantes del Mercado de Abastos que llevan pidiendo que se tome esta medida desde hace años en arterias como la calle Elche, San Antonio, Santo Tomás y Santa Isabel.

Notan que es difícil atraer nueva clientela porque hay una baja rotación de vehículos, lo que fomenta una mala accesibilidad y pocas facilidades para aparcar, a pesar de que tienen convenios con el parking del castillo para atajar el problema. Por otro lado hay sectores críticos con este sistema como ciertos empleados que acuden a diario a su puesto de trabajo y desconocen si tendrán que pagar para dejar el coche cerca.

El servicio, previsiblemente, será gestionado por una empresa privada a través de una concesión, por lo que tendrá que abrirse una licitación, aunque antes tendrán que tomarse en cuenta las opiniones de colectivos y vecinos durante el periodo de exposición pública, actualmente abierto. Se tendrá que debatir además qué precios tendrá cada tipo de aparcamiento, aún sin definir.