El Centro de Rehabilitación e Integración Social de Crevillent (Cris) tendrá que esperar un poco más para realizar programas terapéuticos donde se atiendan a personas con enfermedad mental crónica. Después de meses sin respuesta, los técnicos de la Conselleria de Bienestar Social han remitido estos días al Ayuntamiento un informe en el que desestiman la memoria que presentó el gobierno local. Tendrán que solventarse incorrecciones antes de obtener la acreditación para adaptar el edificio al uso hospitalario como exige el Consell.

La oficina técnica municipal está justificando los usos del espacio en algunos planos como el de la primera planta, en la que el Cris está conectado con las dependencias de la Cruz Roja, a pesar de que son dos entidades diferentes. Por esa razón tienen que especificarse los usos que sean acordes al código técnico en materia de seguridad contra incendios.

Después de la contestación de la Conselleria a la memoria que mandó en abril el Ayuntamiento, el Gobierno local se desmarca de la idea de ejecutar el plan para el Cris antes de que acabe el año. Dudan de que este proyecto de 200.000 euros entre en las inversiones financieramente sostenibles de este ejercicio, tal y como estaba previsto. Los fondos iban a salir del 56% del superávit de 1,9 millones de euros como anunció el alcalde, César Asencio, en junta de portavoces hace unas semanas. «No da tiempo a resolver la tramitación para hacer la modificación de créditos e incluir esta inversión», sostiene Asencio. Asimismo, tendrán que buscar alternativas para que el dinero no se desaproveche, aunque ya se contemplan inversiones como el arreglo de las canalizaciones en el camino del Bon Lloc, la urbanización próxima al barranco en la bajada de La Encarnella o la construcción de un skate park.

Desde que las instalaciones del Cris se inauguraron en 2015, la actividad ha estado bloqueada, aunque ese mismo año el Ayuntamiento puso en marcha unos talleres que desde entonces realiza en el inmueble personal de la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Elche y comarca (Asfeme), ante la necesidad de dar una cobertura a los usuarios mediante sesiones que trabajan la rehabilitación cognitiva, para los que la Concejalía de Bienestar Social dedica una partida anual próxima a los 80.000 euros.

Esta semana el Ayuntamiento se ha reunido con Asfeme después de que esta asociación de familiares haya anunciado sus intenciones de dirigir el Cris, en cuanto se obtengan las acreditaciones de uso. De entrada, el gobierno local apoya esta propuesta, aunque todavía tiene que pensarse la fórmula para acceder a la gestión, que podría ser mediante concurso público o con convenio directo, teniendo en cuenta que esta entidad tiene más de dos décadas de experiencia coordinando este tipo de centros, y ya en los inicios trabajó bilateralmente junto al Consistorio para reclamar al Estado que Crevillent tuviera este recurso asistencial.

El Cris se levantó a través del Plan E de estímulo de la economía y el empleo y cuatro años después se inauguró. El inmueble costó 1,8 millones de euros y a lo largo de sus 1.110 metros cuadrados tiene cuatro plantas con doce salas para atender entre 50 y 70 usuarios.