Santa Pola empieza a quedarse pequeña en verano. La población se multiplica, las segundas residencias cobran vida y en algunos puntos de playa no coge ni un alfiler. En estos días muchos buscan además un rincón a la sombra y se dan cuenta de que los parques y jardines de la villa marinera necesitan un lavado de imagen.

Haciendo un recorrido por el municipio, hay algunos parques infantiles junto al paseo marítimo como la Plaza Rodríguez de la Fuente que tienen el mobiliario deteriorado donde las losetas de caucho protectoras se han levantado por la humedad y el golpe del sol ha terminado rematándolas.

Siguiendo por el litoral, en la Plaza de Castilla, junto al antiguo chiringuito Peña Grande, clausurado y a la espera de la demolición, ya no queda ni la sombra de lo que era un parque infantil. Sólo se mantienen las losetas y la estructura de un columpio sin asientos.

Lo cierto es que esta misma semana se han abierto los sobres con las propuestas económicas para adjudicar a una empresa que se encargue de solventar las deficiencias de seis parques infantiles que se determinaron tras el resultado de una auditoría, aunque la oposición planteaba que se cubrieran más zonas verdes. Estos trabajos, por valor superior a 120.000 euros, alcanzarían los dos parques antes mencionados en los que se pondría nuevo pavimento de seguridad para cumplir con eficiencia la amortiguación de impactos. También están previstos la aplicación de juegos inclusivos como columpios nido para niños con movilidad reducida. Los otros espacios que también modernizarán las zonas infantiles será el Parque Maestral en Santa Pola del Este, la Plaza de la Antigua Estación, el Parque Pintor Sorolla, donde se podría ampliar el espacio de juego y El Palmeral, que contendría elementos para una franja más amplia de edad.

Aunque algunas áreas infantiles se mejoren, los vecinos lamentan que ciertas zonas verdes estén deterioradas. En el caso de la Plaza de Castilla, critican que ciertos bancos son deficientes porque no están bien anclados al suelo y algunos árboles se están secando, porque «en lugar de plantar especies autóctonas se dedicaron a poblarlo todo de higueras americanas que necesitan un riego que no tienen», señala un vecino, al mismo tiempo que considera que las papeleras son insuficientes y están mal diseñadas porque «las gaviotas acceden al interior y cada mañana desparraman los residuos por las playas», ataja.

En la calle Dean Llópez hay contraste. Arriba se encuentra un parque en perfectas condiciones, y metros más abajo hay otro con columpios en buen estado, pero envueltos en un ambiente descuidado con paredes repletas de pintadas y un descampado que hace uso de parking en estos días de temporada alta donde se amontonan cajas de cartón, litronas de cerveza y más basura. Esta situación podría cambiar en los próximos meses, ya que el Ayuntamiento está terminando la redacción del pliego de condiciones de la nueva contrata de basura, que ampliaría el servicio a más zonas del municipio.

En cuanto a las zonas para mascotas, los usuarios echan en falta más espacios porque sólo hay dos pipicanes y el mismo número de áreas de esparcimiento en Gran Alacant y el Parque de la Cruz. Desde la concejalía de Sostenibilidad explican que están valorando cuánto les costaría habilitar tres nuevos puntos en Gran Alacant, Gran Playa y la zona centro, por las demandas vecinales.