Los tradicionales puestos de venta de pescado en el paseo marítimo de la Plaza de la Constitución se renovarán para mejorar el tránsito de los paseantes y las condiciones de venta, con zonas de sombraje y una orientación de los puestos que no impida el paso de los viandantes. Esa es la idea que mantiene el Ayuntamiento de Santa Pola, que ha incluido este proyecto en las ayudas del Grupo de Acción Local de Pesca Bahía de Santa Pola (GALP) y, al igual que la Cofradía de Pescadores, plantea la renovación de la Gobernanza y la Capitanía Marítima con cargo a estas ayudas que superan el millón y medio de euros y que van destinadas a desarrollar planes de futuro hasta 2023, aunque la convocatoria no se abrirá hasta el mes de octubre.

De este proyecto del Ayuntamiento tuvo ayer constancia el secretario autonómico Francisco Rodríguez Mulero, y el director general de Pesca, Rogelio Llanes, quienes se reunieron con la alcaldesa, Yolanda Seva, y con el Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores, Ángel Luchoro, para recoger las necesidades y proyecto que plantean a corto plazo.

El más importante

Al término de la misma aseguraron que priorizarán el puerto de la villa marinera «por ser el más importante de la Comunidad Valenciana respecto al desembarco pesquero». Añadieron que sigue en trámites el anteproyecto de reordenación del último tramo del puerto, en el que se plantea una mini estación marítima y que entre sus funciones englobaría una fachada común para todos los puntos de venta de tiques para las tabarqueras, en la misma ubicación, con tal de mejorar la imagen del paseo.

Desde la Cofradía de Pescadores apuntaron que después de ver el documento, aún en estudio, no se ven afectados como creían inicialmente porque los marineros tendrán espacio suficiente para las redes sin que tengan que desplazarse.

La Cofradía aprovechó el encuentro para reiterar iniciativas que ya había presentado la semana pasada a la Conselleria con el objeto de modernizar los sistemas de trabajo y sus instalaciones, lo que en principio tiene viabilidad, según apuntaron ayer desde el gobierno valenciano. Por un lado pretenden instalar una doble cinta en la Lonja pesquera para mejorar el estudio de la trazabilidad del pescado y agilizar la compra en subasta, que pase de las 800 cajas por hora a un 80% más. Este proyecto podría entrar en las ayudas del Fondo Europeo Marítimo de la Pesca (Femp) donde también se encuentra el GALP.

Desde la Cofradía tienen previsto, además, mejorar los sistemas de almacenamiento de la quisquilla, porque hay una gran flota de barcos que pescan este marisco y necesitan ampliar la logística para hacer acopio en primera venta. Por otra parte, a las ayudas del GALP presentarán la ampliación de la pescadería de la Cofradía para hacerla más atractiva y la remodelación del edificio de la Gobernanza, con tal de ampliar el salón de juntas y hacerlo accesible a los 400 asociados.

Las dependencias de la Capitanía Marítima también se renovarían, teniendo en cuenta que la Dirección General de la Marina Mercante ha dejado claro que no hay pensamientos de prescindir de este servicio en el municipio, y cuando se jubile el jefe de servicio del distrito, a finales de año, se abrirán las ofertas para cubrirlo.