Este no es el único suceso relacionado con viviendas que las autoridades han atendido en los últimos días en la comarca del Baix Vinalopó. La Policía Local de Elche tuvo que intervenir hace unos días tras recibir la llamada de una pareja con un bebé de nueve meses que, al llegar a casa, se encontró con todas sus pertenencias en el portal de la vivienda que tenían alquilada. Dentro, encerrado, estaba su casero, que se negó a abandonar la vivienda alegando que se había quedado sin un lugar donde vivir.

Al parecer, por motivos personales, el arrendador venía insistiendo y coaccionando a la pareja para abandonar la casa en las últimas semanas, al parecer por no disponer de domicilio propio en ese momento. La patrulla trató de entablar conversación con el implicado, que se acercaba a la puerta, la empujaba e incluso rascaba, pero no respondía, y la bloqueó desde dentro.

Los agentes recurrieron a uno de sus familiares para mediar en el conflicto, sin resultado. Esta familiar informó de que el hombre tenía una enfermedad respiratoria. Las Unidades Territoriales de la Policía Local comprobaron que, efectivamente, se escuchaba su respiración de forma alterada e intermitente.

Ante el riesgo para la salud del hombre que se había atrincherado en el inmueble, los agentes pidieron una dotación de bomberos para acceder al interior. Estos entraron a través de una ventana. La patrulla encontró al implicado de pie, con un cuchillo, junto a la puerta. Al verlos se refugió en el aseo, aunque finalmente fue detenido por los agentes, trasladado a un centro de salud para determinar que no había peligro por la lesión respiratoria, y, posteriormente, a dependencias policiales.