n La idea del Gobierno local era que este verano todas las playas dispusieran de un chiringuito, pero, finalmente, de los nueve que aparecían en el pliego, tan sólo siete seguirán, por el momento, adelante. En el caso de la playa de Tamarit la instalación no verá la luz porque la única empresa que pujó finalmente hizo efectiva su renuncia hace unos días en un pleno extraordinario. Aunque se desconocen los motivos, algunos de los licitadores para otros puntos reconocen que hay zonas que no resultan del todo atractivas para emprender esta actividad, porque por «cuestiones medio ambientales hay más presencia de algunas especies como mosquitos en esta playa urbana», que lastran de alguna manera que se ponga a funcionar allí el chiringuito, señalan.

La otra instalación desmontable que no podrá funcionar tampoco será la que había prevista para la playa del Bancal de l'Arena, donde iba a situarse uno de los dos chiringuitos más grandes, con capacidad para elaborar comidas. También en el último pleno se suspendía la adjudicación a la empresa San Telmo Gastrobar porque el Ayuntamiento, a través de un último informe, se ha dado cuenta de que el Chiringuito Azul ha estado durante los 38 años de explotación ocupando terreno privado en lugar de municipal como se pensaba, y la Administración local ha estado durante todo este tiempo cobrándole el canon.

En los planos urbanísticos aparecía que el terreno históricamente se asentaba sobre zona de servidumbre de dominio público y era de titularidad municipal, pero la nota del registro de la propiedad decía lo contrario, que el solar había pasado por diferentes propietarios desde la década de los cincuenta, y que en 1993 se hizo la compraventa del terreno a una empresa, que durante todo este tiempo no se ha manifestado. Por ahora, se están estudiando las medidas jurídicas respecto a la cuestión, ya que, al parecer, hay otros solares anexos afectados de la misma manera en el entorno del Cabo.