El patrimonio alfombrero a estudio. El equipo de gobierno de Crevillent ha encargado a la oficina técnica municipal que revise la documentación del Plan General de Ordenación Urbana relativa a la antigua fábrica Hijos de Augusto Mas, después de que el Consell haya dejado en manos del Ayuntamiento la protección del conjunto. A principios de esta semana, Compromís ha recibido la respuesta del Consell sobre la petición que remitió a la Dirección Territorial de Cultura, para que se valorase el patrimonio de los edificios que componen el conjunto de esta fábrica privada.

Al parecer, había algunas inconcreciones sobre el nivel de protección de los inmuebles. Desde el grupo municipal sostienen que hay una contradicción en la descripción y situación urbanística de los edificios afectados, ya que, según el vigente plan urbanístico, la ficha del sector sólo marca como zona de protección de grado 3 ambiental una parte de la fábrica situada en el número 15 de la calle Virgen del Carmen, que comprende la vivienda familiar y las dependencias anejas que constan de tres y cuatro plantas. Sin embargo, en estas fichas urbanísticas no se hace mención al número 13, que sería la localización de la fábrica. Esta información choca, según Compromís, con las referencias catastrales de las dos partes y todo el conjunto, que sí aparece incluido en el catálogo de edificios protegidos municipales.

Según el alcalde, César Asencio, el área técnica tiene que resolver si en el Plan General de 2011 se ha descatalogado alguna parte, pero sostiene que se aprobó en su día el informe favorable por parte del Consell para que este conjunto histórico del siglo XIX mantuviese la protección. Aún así, la realidad es que estos inmuebles no están considerados como Bien de Relevancia Local. Según el documento remitido desde el Consell a Compromís y al Ejecutivo local, el equipo redactor del catálogo de patrimonio no incluyó estos edificios con esta distinción y tampoco se solicitó por parte de la Conselleria de la época la catalogación, por lo que actualmente la fábrica podría ser un bien excluido del inventario patrimonial valenciano.

Este entramado industrial lleva sin actividad cerca de veinte años. Con el tiempo, ha ido minándose la apariencia estética, y la majestuosidad de la infraestructura se ha ido erosionando, ya que la fachada de la vivienda, de 1892, y la fábrica presentan grietas y humedades, con el interior y las cubiertas en un estado regular de conservación. La protección que hoy tienen estos edificios es ambiental y, por lo tanto, no está permitida la demolición. Si el sector se desarrolla urbanísticamente como marca el Plan General, la parte más irregular de este terreno de unos 4.000 metros cuadrados irá a parar a la red de espacios verdes y el resto de la parcela alrededor de la fábrica se destinará para construir viviendas. El Ayuntamiento obtendría una cesión de los inmuebles protegidos a cambio de una plusvalía para los propietarios. Sería entonces cuando estos edificios podrían ponerse en valor con fines, por ejemplo, culturales, ya que actualmente la propiedad es privada, pero en estado de abandono, con las paredes y ventanas tapiadas.