La temporada alta de turistas está a punto de llegar a Santa Pola y la plaza de la Glorieta está irreconocible para muchos vecinos. «¿pero qué han hecho, donde nos vamos a sentar?» Esa es la conversación que desde hace un mes se escucha en los corrillos.

Hace unos días terminaron las obras para retirar la docena de maceteros de grandes dimensiones que había repartidos por toda la explanada junto al Castillo Fortaleza. Han sido eliminados del mapa porque el sistema de riego que tenían era defectuoso, el agua se estaba filtrando en el subsuelo, muchos árboles se habían secado y presentaban problemas de insalubridad con cucarachas, explican desde el Consistorio. Como medidas, en la última junta de gobierno local se ha aprobado la instalación de 12 jardineras rectangulares que estarán repartidas por toda la plaza y que contarán con cuatro bancos de madera móviles, cerca de 48 piezas, que estarán alrededor de cada uno de estos elementos ornamentales que no dispondrán de árboles en la parte central, como hasta la fecha, si no jardineras.

La intención del Ayuntamiento es disponer de este mobiliario lo antes posible para instalarlo durante el mes de junio y cubrir así, con la necesidad de esparcimiento vecinal, ya que hoy por hoy los residentes y visitantes sólo pueden sentarse en el ala sur de la plaza, más próxima a las terrazas. Justo en este extremo se ubica una pérgola de metal con el techo de madera, que será sustituida por más jardineras y bancos porque se encuentra en mal estado de conservación y sus usos son limitados. El siguiente paso será instalar zonas de sombraje alrededor de todos estos bancos portátiles, aunque todavía se desconoce cómo serán los espacios y a qué superficie afectará, ya que estas actuaciones requieren de una inversión que se acometerá cuando se aprueben los presupuestos municipales, explican desde el Consistorio. Sin embargo, los vecinos consideran esencial que se coloquen estos elementos de protección solar, teniendo en cuenta que no habrá arbolado como anteriormente, y se restringiría el área de sombra.

En este hilo de obras para adecuar la plaza, también está previsto que antes de que acabe el año se elimine el vallado perimetral que hay entre la calle Muelle y Poeta Miguel Hernández, con un adoquinado que unifique todo el entramado de la plaza. Según la alcaldesa, Yolanda Seva, todos estos trabajos no tienen nada que ver con el futuro plan de peatonalización del centro histórico,y avanza que cuando se acometan estas actuaciones se pondrá sobre la mesa el proyecto «que va por otro lado» y que contemplaría, señala, la peatonalización de algunas arterias que hoy ya están cortadas al tráfico como Almirante Antequera y un tramo más grande de la calle Muelle.

Ha pasado cerca de un año desde que el Ayuntamiento inició el corte de calles para la futura peatonalización, y aunque hay vecinos que aplauden las medidas, sigue despertando malestar en una parte de los comercios de la zona centro.