El entorno de las Salinas de Santa Pola quedará fuera de la especulación urbanística con un blindaje más exhaustivo que protege todo el perímetro del parque natural. Estas medidas se contemplan en el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel), que recientemente ha sido aprobado y entró en vigor el pasado viernes tras publicarse en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGV).

Este plan, impulsado por el Consell, pretende la conservación activa de los espacios litorales mediterráneos. En el caso de las Salinas, el plan establece dos corredores ecológicos y otro funcional al norte, entre las carreteras comarcales CV-851 y CV-865. En los terrenos al margen izquierdo del vial CV-865 que comunica Elche con Santa Pola, la zona estaba clasificada hasta ahora como urbanizable y zona verde urbana, según el Plan de Ordenación de Recursos Naturales del Sistema de Zonas Húmedas del Sur de Alicante. Sin embargo, esta nueva estrategia pesaría más y los terrenos quedarían desclasificados. Así se dará un uso rural porque no hay ningún programa urbanístico aprobado o iniciado, con lo cual el suelo se mantendrá como colchón de amortiguación de impacto en el entorno del parque, como zona no urbanizable de refuerzo del litoral, por estar en la franja de 500 a 1.000 metros medidos desde el límite de la ribera del mar.Esta ampliación de la protección se ha incluido en el plan por las alegaciones que en 2017 presentaron varios colectivos como Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) o la Concejalía de Sostenibilidad, que pedían más protección en el entorno de las salinas para mantener el interés paisajístico.

Con el plan valenciano se promueven, además, actividades como el agroturismo, ya que estarán permitidos los usos hoteleros y asistenciales, siempre que la ocupación de la edificación no supere el 10% de la parcela, con alturas máximas de dos plantas, y que en ningún caso podrán reconvertirse en residencias habituales.

Por otro lado, la zona del Cabo quedará blindada al igual que el Faro de Santa Pola, con primer grado de protección del litoral por situarse a menos de 500 metros de la línea del mar. Sin embargo, hay alegaciones al plan que no se han tenido en cuenta. Para los terrenos de La Cadena y el sector de La Ermita, para los que se pedía un segundo grado de protección, la petición fue desestimada porque el Consell marca la zona con alto valor ambiental, por lo que se frena al completo el desarrollo urbanístico, sin posibilidad de levantar nuevas construcciones. En esta franja sólo se permitirá la creación de zonas de acampada pública, instalaciones temporales de cultivo, casas de aperos con menos de 25 metros cuadrados o la rehabilitación de las viviendas ya existentes.