Santa Pola se convierte por un día en el centro de entrenamiento de los futuros socorristas a pie de playa de la provincia. Durante la jornada de ayer se celebraron en la villa marinera los exámenes de acceso al cuerpo de socorristas acuáticos y patrones de embarcación de Cruz Roja, adjudicataria de este servicio en las playas de varios municipios como Santa Pola, Guardamar o Xàbia, municipio donde empezaron las pruebas el viernes.

A primera hora de la mañana se recepcionó a unos 85 aspirantes en el centro cívico de la localidad, punto donde arrancaron las pruebas teóricas, que consistían, en primer lugar, de un examen tipo test con veinte preguntas sobre oxigenoterapia, señalización del tipo de banderas dependiendo de las corrientes o el apoyo psicológico que debe prestarse a los usuarios. Acto seguido hicieron una prueba sobre primeros auxilios, mediante la práctica de Reanimación Cardio Pulmonar (Rcp).

Después de esta fase los candidatos se dirigieron a la playa de Varadero para arrancar las pruebas prácticas, que fueron algo más complejas de lo esperado por las rachas de viento, que motivaron que hubiese oleaje. En este enclave los participantes se organizaron por grupos de once personas e iniciaron, a golpe de silbato, una carrera individual por 200 metros de la arena, hasta que finalmente se sumergieron en el mar y bracearon 400 metros más en una minitravesía hasta llegar a la boya y volver de nuevo a la orilla. En esta prueba se valoraron algunos aspectos como la agilidad y el tiempo de reacción ante una situación crítica, como el posible ahogamiento de un usuario en el agua.

Según José Luis Hernández Oliva, referente de playas de Cruz Roja en la provincia, se está notando un cambio en el perfil de los aspirantes, ya que cada vez son personas más adultas y la presencia femenina está cogiendo fuerza, aunque todavía representa sólo un 20% del cuerpo de socorristas «y no tiene que ver nada con el condicionamiento físico, si no que es un trabajo con un arraigo anclado, aunque poco a poco va cambiando la perspectiva», señala este representante de Cruz Roja en la provincia. Actualmente el servicio de socorrismo de Santa Pola cuenta con 63 empleados entre los que se encuentran socorristas acuáticos, patrones de embarcación o técnicos de emergencias sanitarias. Con estas pruebas podrán cubrirse las 50 vacantes que aproximadamente se abrirán de cara al verano en toda la provincia, que por experiencias anteriores albergarían unos 20 puestos en Santa Pola. Desde Cruz Roja explican que cada playa cuenta con unas particularidades, un detalle que hace que los equipos se especialicen más en algunas áreas. En Guardamar están más especializados en rescates por la presencia de canales de corriente.

En el caso de la villa marinera prestan especial atención a las emergencias sanitarias, ya que los usuarios son más vulnerables porque son de avanzada edad en puntos como Playa Lisa o Gran Playa, y se producen muchos casos de picaduras de medusa por la tranquilidad del mar, y se registran un total de 3.461 asistencias por este motivo en 2017.