Plásticos en los márgenes de las carreteras, cartones incrustados en la maleza y hasta sillas rotas entre los caminos. Ese es el estado actual en el que se encuentran algunos polígonos industriales de Crevillent. En concreto, a la altura de la zona industrial del Bosch, hay una gran cantidad de bolsas y plásticos que se han volado y han acabado en las medianas de la N-340, que da acceso al municipio. Para combatir esta situación, el Ejecutivo local ha redactado una nueva ordenanza de limpieza de la vía pública que endurecerá las sanciones en el entorno urbano del municipio y en las zonas industriales, en el caso de aquellas fábricas que no se acojan al procedimiento habitual de retirada de residuos. De este modo, será considerada una falta muy grave que no se realice la carga y descarga de residuos industriales en el interior del establecimiento librador, con sanciones que superarán los 750 euros, una cuantía similar para aquellos que dejen por más de una hora los restos fuera, sin depositar en los contenedores.
Con la nueva regulación municipal, que ha sido presentada ya a los grupos de la oposición, pero que todavía tiene que aprobarse en la comisión y pasar por el pleno, está previsto que se refuercen las medidas que se aplican en la normativa en vigor, y sobre todo, permitiría a la Policia Local imponer sanciones.
En este caso, se dedicaría una patrulla policial específica para las tareas de supervisión de la limpieza en la vía pública y las fábricas, que, además, se encargaría de requerir los expedientes y la documentación de las empresas para controlar la actividad que se está realizando en materia de tratamiento de residuos, para contrastar si tienen gestor autorizado que se ajuste a la normativa del Consell. Asimismo, esta patrulla local podrá controlar de manera más rápida las posibles infracciones para dar cuenta a la Policía Autonómica, que es la autoridad encargada de resolver licencias a efectos de eliminación de residuos tóxicos. El concejal de Limpieza Viaria, Francisco Verdú, indica que, actualmente, es «complejo imponer multas, porque los cuerpos policiales tienen que estar en el momento en el que se produce la irregularidad». Con esta normativa, habrá más margen de actuación para pasar de los avisos continuados a la sanción.
En cuanto a la limpieza en los polígonos, desde este área explican que en la contrata se amplió la frecuencia de limpieza a unos tres días por semana, y que se está realizando incluso en zonas industriales no recepcionadas por el Ayuntamiento, como el polígono del Bosch, pero, advierten, «no sirve de nada limpiar si los trabajadores de las empresas no cumplen y dejan los restos de residuos fuera de los contenedores, que a veces lo hacen de manera solidaria para aquellos que sacan beneficio de los cartones», explica Verdú. Sin embargo, la basura cruza los límites municipales y alcanza los márgenes de tierra de la carretera nacional, donde la competencia de adecuación recae en el Ministerio de Fomento.
De hecho, un trabajador de una fábrica de bricolaje en el polígono del Bosch denuncia que hay empleados de otras industrias que amontonan cajas, y «muchos clientes abren los productos en la calle y tiran los plásticos en cualquier sitio». No es su única denuncia. Este empleado señala que «es la ciudad sin ley», porque los coches pasan a gran velocidad, sin ningún control, y «bastantes lo hacen en dirección prohibida».
