El juez de guardia de la Ciudad de la Justicia de Elche ha enviado a prisión provisional sin fianza a los cuatro arrestados en el marco de una redada contra el tráfico de drogas, en la que la Benemérita se incautó de numerosas papelinas de heroína y cocaína, en un punto considerado por los investigadores como de venta al público de estupefacientes. La operación se llevó a cabo hace unos días, tras el seguimiento de las unidades policiales, y se saldó con los cuatro detenidos, un padre y sus dos hijos junto a otra persona que les ayudaba en el negocio ilícito.

Pese a que buena parte de los detenidos carecen de antecedentes penales -dos de ellos los tienen con asuntos relacionados con la seguridad vial-, el juez optó por decretar prisión sin fianza ya que no solo están acusados de un delito de tráfico de estupefacientes, sino que podrían enfrentarse a penas por pertenecer a una organización criminal, pues también se les imputa en algunos casos delitos de retención ilegal y robo con violencia, relacionados con el tráfico de drogas.

Los agentes también encontraron en la vivienda en la que se produjo el registro más de 7.000 euros en efectivo. Una prueba más de la actividad ilegal que desarrollaban, y que les aportaba importantes beneficios por la venta al menudeo de este tipo de estupefacientes.

Los investigadores llevaban tiempo siguiendo a este grupo, al que tenían fichado desde hacía tiempo, por lo que el registro de la vivienda les cogió in fraganti. Así, se consiguió desarticular a esta banda, y será ahora el Juzgado de Instrucción Número 1 de Elche quien asuma la investigación antes de que se produzca el juicio contra los cuatro acusados, que se enfrentan a varios años de prisión. Hasta el momento en el que se eso ocurra permanecerán en prisión preventiva, según apuntaron ayer fuentes de la Ciudad de la Justicia de Elche.

Este tipo de redadas se dan con relativa frecuencia para tratar de acabar con grupos criminales que se dedican al tráfico de estupefacientes. Las vigilancias policiales y la identificación de los traficantes puede llevar meses, pero los investigadores monitorizan su actividad durante semanas para poder obtener las pruebas suficientes como para iniciar la causa judicial.