El chiringuito Peña Grande de Santa Pola echará la persiana el próximo 30 de abril después de treinta años en funcionamiento en la avenida González Vicén. El cierre del establecimiento se produce porque se han agotado las cinco prórrogas de la concesión que tenía esta instalación levantada dentro del dominio marítimo terrestre. La idea de la Dirección General de Costas es la demolición del inmueble en cuanto expire el plazo, para devolver el paseo marítimo a la situación original que tenía antes de 1983 cuando se construyó, aunque en su lugar se colocará un chiringuito desmontable, según apuntaron desde la Concejalía de Playas.

Desde el Ayuntamiento han solicitado un aplazamiento de derribo, hasta octubre, para reducir las molestias que supondría tener la avenida con máquinas retroexcavadoras en temporada alta. Como solución provisional, las cuatro paredes del Peña Grande funcionarán como baños públicos hasta que Costas vuelva a pronunciarse, y para que la zona no se quede sin servicio de quiosco, en la parte anexa se colocará uno nuevo pero desmontable, por el que tendrán que pujar los próximos concesionarios.

En cuanto a este nuevo chiringuito, en el último pleno se aprobó que comenzaría a redactarse el pliego técnico en el que se detallen sus usos. Desde el Consistorio exponen que a pesar de que son pliegos distintos, las características del inmueble serán prácticamente iguales al resto de chiringuitos que están proyectados para el municipio en las playas y calas, con lo cual contaría con unas dimensiones de unos setenta metros cuadrados.

En el aire

El Ejecutivo local ha convocado esta mañana un pleno para incorporar las modificaciones al pliego técnico de los futuros chiringuitos de Santa Pola, en base a las doce alegaciones que han presentado en los últimos días los interesados, algunos de ellos antiguos concesionarios. Desde el pasado 29 de marzo la licitación del servicio está paralizada y se activará cuando se aprueben o descarten estas sugerencias, que giran en torno a la estructura de los chiringuitos, el mobiliario y el tipo de actividad que se ejercería en estas instalaciones temporales. Desde el Consistorio apuntan a que muchas de las peticiones son asumibles para incorporarse a la memoria técnica y confían en que podrán ejecutarse para estar activos en verano.

El pliego actual recoge que habrán nueve chiringuitos modulares desmontables repartidos por las playas y calas, seis en área de dominio público y tres en zona de servidumbre de protección. Estarán construidos en madera impermeable y en color resina. La mayoría serán de setenta metros, veinte para el quiosco y cincuenta de terraza, más un módulo para los baños públicos. En el caso de playa Varadero y el Bancal de l'Arena, las dimensiones serán superiores porque son los únicos en los que se podrán preparar comidas, ya que contarán con cocina. El periodo de explotación del servicio será por seis años con posibilidad de prórroga anual durante tres más, si no se producen cambios en los próximos días.