La controvertida Ley de Plurilingüismo vuelve a traer de cabeza a madres, padres y profesores. En concreto, en el colegio Vicenta Ruso de Gran Alacant la falta de consenso en el consejo escolar ha motivado que no saliera adelante el plan lingüístico que se ha diseñado para el próximo curso, y que, a grandes rasgos, equipara el uso del valenciano y el castellano en el aula en Primaria, y marca una ligera prevalencia del castellano sobre el valenciano en los niveles de Infantil.

La propuesta no fue validada por el mínimo de dos tercios de los votos en el consejo escolar, con nueve a favor y siete en contra, por lo que en ese supuesto es el propio Consell quien determinará qué plan se aplica, «de acuerdo con las evaluaciones y el contexto socioeducativo y demolingüístico del centro», según emana del proyecto de ley aprobado el 21 de febrero, que estipula que el tiempo mínimo destinado a los contenidos curriculares debe ser del 25% de las horas lectivas para cada lengua oficial, y una oscilación entre el 15 y el 25% en el caso de lenguas extranjeras.

El plan del Vicenta Ruso, elaborado por la comisión pedagógica del centro, y debatido posteriormente por el claustro, llegó a las conclusiones de equiparar el castellano y valenciano en un 42% cada lengua oficial, con un 16% en el caso de idioma extranjero, como el inglés. Desde la asociación de padres y madres participativa, una de las dos asociaciones escolares, apuntan que se ha tomado una decisión «salomónica en la que todas las partes ceden», explica José Luis Gil, representante de este colectivo contrario a la ley de plurilingüismo valenciana.

Asimismo, hace un mes el AMPA participativa encuestó a cerca de 500 padres y madres del centro, con unos datos que determinaban que el 94% de los progenitores prefería que sus hijos iniciaran la lectoescritura en castellano, y, según la asociación, se debería tener en cuenta que «el 80% son castellanohablantes, con un alto porcentaje de extranjeros, y sólo un 20% de los menores van a línea en valenciano», señalan desde la asociación. Sin embargo, Victoria Montoya, madre de un alumno en la línea en valenciano, prefiere que el Consell decida el modelo educativo porque no le convence el plan y prefiere que siga adelante el nivel avanzado para que su hijo pueda tener asegurado un nivel oficial de inglés y valenciano cuando termine la escolaridad.

El 14 de marzo, a un día del consejo escolar, tanto asociaciones de madres y padres como el equipo directivo se reunieron en València con el director de Política Educativa, Jaume Fullana, para abordar las particularidades de este plan que queda en manos del criterio del Gobierno valenciano. Desde la dirección del colegio explican que han seguido las instrucciones de la asesora lingüística para elaborarlo, y «somos meros receptores de la normativa. Para nosotros funcionaba bien que los padres pudieran elegir y les está creando malestar esta situación», según explica la directora, María José López.